Los políticos hace tiempo que nos consideran idiotas. es hemos demostrado que pueden hacerlo con total impunidad. Actúen como actúen, volveremos a votar por ellos. Somos así. Nos va la marcha. o dije ayer y lo reitero hoy. Ardemos en deseos de contentar a quien nos maltrata. Amamos el látigo que nos flagela como amaba en su día un señor -muchos vimos el vídeo- la disciplina que le aplicaba una señora llamada Exuperancia, o algo así. Pobres hombres y pobres mujeres sin necesidad de ser hombres o mujeres pobres. Qué desgraciaditos.

Viene este prolegómeno a cuenta de las explicaciones dadas por Ricardo Melchior sobre su posible retirada en septiembre. Un político puede abandonar la actividad pública cuando quiera sin dar explicaciones a quienes han votado por él. De hecho, puede despreciar especialmente a quienes han votado por él. Nada que objetar, en consecuencia, a que Melchior desee bajarse del tren -una expresión muy suya; a él le chiflan los trenes- a mitad de la legislatura. o malo es que quiere dar explicaciones y claro, excusatio non petita, accusatio manifesta. Excusas, además, que no se las cree nadie. "os retos que tiene y tendrá Tenerife no se terminan en un año, en dos o en cuatro", ha dicho el presidente insular. "Ha de coger la nave una persona como mínimo durante seis u ocho años para que se fije una estrategia. Es muy importante seguir una política coherente que nos permita ir subiendo escalón por escalón en estos años difíciles. No me basta con dos años, se necesitan por lo menos seis".

No importa, presidente; no se preocupe usted por ese detalle. Cambiamos la ley para que su sucesor no cumpla legislaturas de cuatro años sino de ocho. O de dieciséis. Amén, ya que estamos, sin necesidad de tener que someterse cada cuatro años al engorro de revalidarse en una elecciones. Después de todo, ¿acaso saben los tinerfeños lo que más le conviene a su Isla? Qué va. Eso lo sabe usted y esa persona que lo va a reemplazar con el fraude de la sustitución a media legislatura. Ya lo hicieron en a aguna y no les ha ido mal. Y antes lo hizo Hermoso con Zerolo en Santa Cruz, si bien en ese caso el alcalde electo no ocupó su cargo ni un solo día. Encabezar la lista de CC en este municipio solo era un flotador para no quedarse sin nada en el caso de no conseguir la presidencia regional.

Añade Melchior que en Carlos Alonso, su presunto sucesor, "tenemos un valor extraordinario, una persona cuya valía está reconocida en todos lados; donde lo conocen, ahí está Carlos muy bien valorado. No podemos dejar pasar esa oportunidad por el bien del pueblo tinerfeño". ástima, señor Melchior, que un talento así no haya creado empresas como Microsoft, Apple o Google, por citar solo a tres grandes donde el talento de sus directivos influye mucho en la cuenta de resultados. Y ya que hablamos de cuentas, ¿cuánto ha tenido que endeudarse la Corporación insular para que la gestión de todos ustedes haya sido tan brillante? Preguntado de otra forma, ¿cuánto nos ha costado al bolsillo de los paganos esas buenas valoraciones de usted, de Alonso y de otros próceres no menos dignos de tener un bronce en plaza pública?

rpeyt@yahoo.es