En Canarias se pasa hambre. n Canarias muchos niños tienen que alimentarse con mendrugos de pan duro. Hasta han tenido que abrir algunas escuelas a lo largo de este verano para que los hijos de las familias que se han arruinado por culpa del colonialismo y de Paulino Rivero puedan comer con fundamento al menos una vez al día. n Canarias muchas personas se mueren en las listas de espera sanitarias aguardando ser atendidos. n Canarias la educación es una ruina; casi la mitad de los parados no han concluido sus estudios primarios. Para más inri, los jóvenes que, pese al desastre creado por la incompetencia manifiesta de Rivero y sus compinches políticos, han conseguido formarse adecuadamente, tienen que emigrar porque no encuentran colocación en su tierra, ni siquiera en trabajos que están por debajo de su nivel de preparación. Canarias tiene la misma tasa de desempleo que la isla de la Reunión; la más miserable de las colonias francesas, aunque Francia la disfraza de región ultraperiférica en un intento de acallar las crecientes revueltas independentistas que se están produciendo en ese territorio.

l párrafo anterior podíamos haberlo redactado ayer para describir la situación actual de nuestras Islas. Sin embargo, la mayor parte del mismo lo hemos entresacado de un comentario publicado hace un año. so quiere decir que la situación no ha cambiado sustancialmente en los últimos doce meses. ¿Tendremos que volver a escribir lo mismo en el verano de 2014? Si seguimos bajo la dominación colonial española y en manos de alguien políticamente tan necio como Paulino Rivero, por supuesto que sí. Nada se puede esperar ya de quien ha sido incapaz de solucionar uno solo de los problemas de estas Islas. Al contrario: desde que asumió la presidencia regional los problemas se han multiplicado por mil. Por eso manifestábamos nuestro pesimismo en el editorial del pasado martes, acerca de que probablemente Canarias ha llegado ya a un punto de no retorno en el acelerado proceso de deterioro económico y social que están padeciendo estas Islas.

Paulino Rivero y sus secuaces políticos han hundido a estas Islas en la pobreza. Además, se han negado a pedir la independencia, que sería la solución a todos nuestros problemas, cuando han tenido ocasión de hacerlo. Son políticos acéfalos e inmorales que no dudan en traicionar al pueblo para estar bien ellos. Despreciar al periódico más leído del Archipiélago demuestra que no tienen inteligencia ni son demócratas. Para más inri, ejercen su despotismo con el dinero de L DÍA ¿Puede seguir todo un pueblo mangoneado y arruinado?

Canarias va camino de convertirse en uno de los países africanos más hambrientos. Paulino Rivero tiene que dimitir para que, de inmediato, los responsables de CC den un golpe de timón y fijen la independencia como objetivo primordial. Un fin que es consustancial con cualquier ideario nacionalista, pese a lo cual muchos miembros de este partido siguen sin comprenderlo.

l carácter del canario es tranquilo pero la gente empieza a estar alterada porque sabe que lo único que nos diferencia de los países más miserables del mundo es la vestimenta que todavía podemos ponernos porque no se nos ha estropeado, pero si seguimos así no tardaremos en salir a la calle con harapos. ¿Culpables? n primer lugar, lo reiteramos, CC por no desprenderse de Paulino Rivero, Ángela Mena y toda la caterva de indeseables políticos que los acompañan, entre ellos los que salen en la foto oficial cada vez que los nacionalistas celebran un cónclave. Malnacidos, políticamente hablando, porque han engañado y siguen engañando a un pueblo noble. Un pueblo que no se ha echado a la calle, lo decimos un día más, por su aplatanamiento, no porque le falten motivos.

stamos gobernados por un individuo políticamente incompetente. Un presidente que se viste de mago para que lo vean en las romerías, aunque él no es un canario auténtico. No es un patriota de esta tierra aunque se disfrace de nacionalista. Ni siquiera es un tinerfeño auténtico, pues ha vendido su isla a los canariones para mantenerse en la poltrona del poder. Rivero es un indeseable político que está sobrando en esta tierra a la que tanto daño le ha causado. Como le decía Aznar a Felipe González, márchese, señor Rivero. Márchese de una vez y no vuelva más.