1.- El Correo español se ha convertido en una oficina de servicios que funciona muy bien. Incluso ya es banco, en colaboración con Deustche Bank, y mantiene servicios como tal: desde cajeros a créditos, pasando por tarjetas y cuentas corrientes. Pagar recibos, recibir y enviar burofax (que funcionan con la certeza de un notario), recibir un paquete en 24 horas desde la península, enviar y recibir un giro, además de la correspondencia normal, forman parte de las actividades de Correos, que cuenta con oficinas en todos los pueblos y ciudades de España. Una organización de gran porte, que funciona de manera autónoma. Este Correo español no tiene nada que envidiar al británico o al norteamericano, por el que se envían, incluso, cheques. Por el británico, no sé ahora, pero antañazo se mandaban joyas y dinero a través de sobre comunes. Y llegaban. Cuando yo estudiaba en Sevilla, mis padres y mis abuelos me remitían por carta billetes de cien pesetas y siempre me llegaron. Lo único que no ha llegado, hace poco, y no fue por correo sino por mensajería, fue un iphone que me envió Vodafone y que alguien se mamó. La compañía se empeñó en decir que lo había recibido yo, pero no era verdad, así que no reclamé más, ante lo inútil de estos intentos. Que lo disfrute el que robó mi teléfono.

Yo, cuando quiero resolver algo que tiene que ver con la gestión, voy a Correos del Puerto de la Cruz, cuyo administrador -o como se llame ahora- es mi buen amigo Paco Carballo, que tiene con él un equipo estupendo de gente. El otro día me mandaron un paquete de Madrid (dos coches de miniatura) y enseguida me llamaron por teléfono para que lo fuera a recoger. Y mi apartado de correos también lo tengo en esa oficina. Es muy seguro porque para todo doy el apartado y no la dirección, por si acaso.

3.- A Camilo José Cela lo hicieron cartero de honor, no sé si por el volumen de cartas que recibía; seguramente por eso. Pero, claro, entonces no existían la Internet ni el correo electrónico. También tienen una modalidad de paquete, el azul, que te tarda muy poquito en llegar, a precios económicos. Incluso hay tarifas para estudiantes, me parece, o no sé si lo confundo con alguna mensajería. En Correos se puede pagar la luz, el agua, el teléfono, las tarjetas de crédito. Todo. Y muy bien atendidos por personal amable y profesional. O sea que Correos vuelve a ser el de antes.

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