Al parecer, el caso es nacional y en estos días hemos visto en la televisión manifestaciones de protesta por desatención a enfermos de la sanidad pública en las grandes ciudades nacionales, aunque los más sufridos, probablemente, seamos los canarios, los primeros en recibir recortes en todos los servicios estatales, entre ellos los de la sanidad, en los que parece que hay líos con intentos de privatizaciones que el pueblo rechaza en los servicios sanitarios.

Da la casualidad de que, en estos días, hemos visto en los telediarios manifestaciones de protesta por estas cosas que, repito, el pueblo rechaza. Ya hace tiempo que en la provincia de Santa Cruz de Tenerife los hospitales importantes tienen cerradas las puertas de los quirófanos, como el Universitario de La Laguna, y también han hecho lo mismo con el otro más importate, que es el de la Candelaria. Y luego están los hospitales comarcales del Norte y del Sur de Tenerife, que, prácticamente, no funcionan como tales centros necesarios para garantizar un funcionamiento razonable. El del Norte carece de muchos de sus servicios y el del Sur está sometido aún a obras de edificación.

Por otro lado, en la prensa local acaba de salir la noticia de que la falta de fondos impide corregir las deficiencias de los centros de salud, que son de menor importancia que los hospitales, pero que también realizan un servicio más directo a la sociedad.

Por si fuera poco, el Sindicato Médico de Canarias denuncia públicamente que hay consultas de centros de salud que se ponen a treinta grados de temperatura porque se ha agotado el presupuesto para aire acondicionado, lo que pone de manifiesto necesidades básicas en estos centros sanitarios.