No sé lo que opinarán ustedes pero, para mí, el kiosco de la Plaza de Arrioba (hablo de Garachico) es casi una obra de arte. Con minúscula, si ustedes quieren, pero bueno. Cierto que no ha sido construido con mármol de Carrara sino con madera. Pero, además de ser bonito, presume de ser centenario. Tiene 101 años. El modelo lo trajeron de Méjico los hermanos Arocha (don Paco y don Ramón) y lo copiaron para su pueblo con toda la exactitud posible.

Hablo de 1912, lo que quiere decir que nuestro kiosco es monárquico, como dice mi sobrino Lolo, porque entonces reinaba -es un decir- en España don Alfonso XIII. Y como nuestro equipo de fútbol también nació en 1912, un rey de la misma dinastía nos lo ha designado ahora Real y Centenario. Puede que en la directiva haya algún disidente. También me lo apunta Lolo, pero hay que aceptar la opinión de la mayoría. Y la mayoría es el pueblo.

Lo mismo ocurre ahora con el kiosco, que va a ser -¡ya era tiempo!- reestructurado, aunque tampoco con mármol, sino con tea o con caoba, según me han dicho. Las maderas de ahora están carcomidas por culpa de la polilla y la desidia, que son igualmente dañinas.

Acompaño una tarjeta que reproduce el inicio de los trabajos de 1912. Me la envió en 1964, por avidad, mi ya ausente amigo santacrucero Manuel Perdomo Alfonso. Los palos verticales que allí aparecen son los mismos que aún resisten no sé cómo. Ahora los pondrán nuevos. Eso me dicen, pero vaya usted a saber. Por cierto, ¿se han dado cuenta ustedes de que la plaza se llamaba de La Constitución? Por si alguien no lo sabe, les diré que también se llamó de Santa Ana, de la República, del General Franco...

Solo me falta decir que ¡ojalá salga bien el trabajo de los restauradores! ¡Al margen de la política!