Sobre la situación en Cataluña ya pasan muchos días consecutivos de tensión donde sólo ha habido declaraciones de políticos pero ninguna violencia en los encuentros populares de partidarios y de opositores a la independencia de esta región del Estado español, pero insisto, sin violencia alguna por parte y parte. Da la impresión de que sean encuentros de caballeros sin quererse enfrentar y más bien por pretender algo así como un acuerdo tempranero sin pasar de ahí; un enfrentamiento entre los antiguos caballeros aunque eso no va con la política de ahora.

Lo que parece extraño es que el Gobierno de Mariano Rajoy, que es el legal, no se haya manifestado en otro sentido amenazando a los catalanes con cumplir con su deber de mantener el Gobierno que quizás implique el empleo de las armas para sostenerlo.

Es delicado que emplee la amenaza, que implicaría problemas mayores, aunque no sé sí en la tal amenaza, posiblemente, acuda a una actuación que señalaría la ley, llegando a este extremo.

De todas formas, no me gustaría estar en el lugar del que tenga que optar por una solución de esa clase. Y a esperar, que es lo único que nos queda, y que la situación entre las partes sea la mejor aceptada.