El pasado lunes el Cabildo vivió una situación insólita en sus cien años de historia. Un presidente renunciaba a su cargo y se designaba, en un Pleno extraordinario, a un nuevo presidente. Una etapa daba paso a la siguiente, cargada al mismo tiempo de novedades y continuidad. Una nueva presidencia siempre comporta cambios en el modo de hacer las cosas, pero en el Cabildo de Tenerife las prioridades y objetivos del grupo de gobierno siguen siendo las mismas, igual que la vitalidad y las ganas de sacar adelante esta tierra.

El pacto de gobierno firmado en 2011 se suscribió por cuatro años, diseñando una estabilidad para esta institución que abarque todo el mandato. Casi constantemente se intenta torpedear esa estabilidad con mensajes interesados, pero sin éxito.

El pacto ha funcionado estos dos primeros años de mandato de manera fluida, anteponiendo los intereses de la Isla a los personalismos. Los problemas se han resuelto con diálogo y lealtad. No hay motivos para cambiarlo así que, sintiéndolo por especuladores y otra gente que se entretiene malmetiendo, va a continuar.

Sería absurdo pretender que PSOE y CC no somos dos partidos diferentes, con puntos de vista distintos en muchos asuntos. Pero hemos firmado un acuerdo porque sabemos de la importancia de hallar puntos de entendimiento comunes, de ceder de un lado y otro si lo que se logra con ello es un avance para la Isla, un mejor futuro, una decisión sabia. En eso consiste cogobernar, en hacerlo con responsabilidad pensando en qué es lo mejor para los ciudadanos, no para los partidos.

Insisto en una idea que formó parte del discurso del Grupo Socialista en el pleno extraordinario: ningún área está aislada ni es un compartimento estanco, todas están imbricadas entre sí. No se puede entiende el medio ambiente sin la agricultura, ni la cultura sin los museos, ni la educación sin el bienestar, ni la cooperación sin la planificación, ni la movilidad sin las carreteras. Eso es lo que hace tan importante la comunicación fluida, la honestidad en los planteamientos, la franqueza a la hora de plantear las dificultades y buscar las soluciones dentro del equipo de gobierno.

Quedan dos años por delante para seguir avanzando en los retos que nos propusimos al inicio del mandato, y que se cimentan en la atención al bienestar de los ciudadanos y en la generación de actividad económica y empleo.

Hemos encarrilado con éxito diversas cuestiones en ambas materias a lo largo de los últimos años, pero queda mucho trabajo que hacer. En materia de atención social, se ha adelantado cada año la firma de los convenios de Dependencia, lo que ha supuesto una garantía para la óptima atención de este colectivo de especial vulnerabilidad. Y el IASS continúa con su labor de profesionalización de la atención sociosanitaria que presta, manteniendo sus competencias y mejorando su labor mediante la reestructuración del organismo autónomo, que lo hace más flexible y adaptado a las nuevas demandas sociales.

Otro paso de gigante lo hemos dado en el mapa sanitario de la Isla, acelerando la construcción del Hospital del Sur mediante la cesión de parte del edificio sociosanitario para darle un impulso a las obras, y exigiendo ante el Gobierno de Canarias que se abran cuanto antes las Urgencias en el Hospital del Norte. Ambos son un compromiso irrenunciable del pacto de gobierno al que hemos dedicado muchas horas y mucho esfuerzo, y en el que seguiremos volcados para hacer que los dos Hospitales avancen lo que no avanzaron en los años anteriores.

La cohesión territorial y social, junto a la activación económica, son ejes alrededor de los cuales pivota la acción de todo este grupo de gobierno. Constituyen los grandes retos de cara al futuro que tiene la Isla, y que por tanto tiene el Cabildo de Tenerife. Los afrontamos con la misma serenidad, optimismo e ilusión que el primer día.

*Vicepresidente y consejero de Bienestar, Sanidad y Dependencia del Cabildo Insular de Tenerife. Senador @aurelioabreutf