Más de nueve meses tienen que esperar los palmeros para que los atienda un otorrino. Esta es la situación de Canarias en lo que respecta a listas de espera. Este es el "paraíso" que han creado Paulino Rivero y sus secuaces políticos. En esto se han convertido unas Islas que antes eran conocidas en todo el mundo como afortunadas. Lo peor no es lo que ha hecho Paulino Rivero durante sus seis largos años de mandato. Lo peor es que quiere volver a presentarse. ¿Serán capaces los responsables de su partido de permitírselo? Nos hablan de reuniones a las que acuden significativos miembros de CC a rendirle pleitesía a este mago político. ¿Están locos? ¿Todavía no se han dado cuenta de que Rivero es el pasaporte seguro a la desaparición de este partido?

¿Qué le debe Canarias a este necio político? ¿Qué le debe CC a este inútil de la política? ¿Qué hacen los patriotas que no se quitan de encima de una vez a este falso nacionalista que nos está arruinando a todos? No nos cansaremos de decir que a Rivero no le importa el bienestar de su gente. Si le importase, hace tiempo que estaría exigiendo la independencia de su tierra. No hay recuperación posible mientras sigamos colonizados por los españoles. No hay salida de este pozo negro mientras nuestros recursos los arrase la hacienda peninsular.

Rivero es una desgracia para Canarias porque, además de traicionar a su gente, ha implantado una dictadura peor que la impuesta en su día por Leónidas Trujillo en la República Dominicana. También la dictadura política de Rivero es personal y familiar, hijos incluidos. ¿Qué razones hay para seguir perpetuando este régimen autoritario y despótico? Una vez más advertimos que hablamos de Paulino Rivero como político y no en su aspecto personal, pues en los asuntos de su vida privada no nos inmiscuimos. Como político, como persona que desempeña un cargo público, consideramos que el pueblo debe salir a la calle y manifestarse contra él y contra sus compinches políticos, inclusive de forma airada aunque sin violencia. No apoyamos las manifestaciones frente a su domicilio -que en su caso es una lujosa mansión- como se puso de moda hace unos meses, pero sí ante la sede de Presidencia del Gobierno. Allí, y también ante el Parlamento, debe protestar el pueblo canario todos los días hasta que Rivero, ena y los demás tomen conciencia de que son inútiles para los cargos que desempeñan y dimitan.

Admitimos que los jueces reciban el tratamiento de señorías, pero no que lo tengan los parlamentarios regionales porque como políticos no son dignos de respeto. El día en el que Canarias sea una nación soberana, el Parlamento recobrará la dignidad perdida porque las leyes que se aprueben en él serán hechas en Canarias, por canarios y para los canarios. En la actualidad, el Parlamento está degradado políticamente por la presencia de diputados como Rivero, Barragán y otros. No queremos hablar del PP y del PSOE porque son partidos estatistas que deben obediencia a sus cúpulas directivas nacionales y regionales, que están en Las Palmas y en adrid. Sabemos que poco o nada podemos esperar los patriotas canarios de los populares y socialistas. Sin embargo, no contábamos con la traición de los falsos nacionalistas de CC.

Insistimos en que Paulino Rivero no es digno, políticamente hablando, de seguir en el puesto que ocupa. Tampoco lo es su esposa, a la que también nos referimos como persona que ocupa un cargo público sin entrar en su vida particular. El calificativo que más le cuadra a Rivero es el de gangochero de la política. No hablamos de las gangocheras honradas, como lo fue su madre. Tan solo subrayamos que Rivero es un tramposo de la política. ¿Cuánto tiempo y cuántas ocasiones ha tenido para exigir la independencia de Canarias y no lo ha hecho? ientras no exija la independencia de su tierra, el presidente del Gobierno autonómico será un político insignificante que, junto a sus acólitos, le ha causado un enorme daño a Canarias. El Gobierno de España es responsable en gran parte de lo que le está ocurriendo a este Archipiélago. Sin el yugo colonial español ya no estaríamos en crisis. Pero también Paulino Rivero es culpable del hambre y la miseria que hay en estas Islas.