No será la última, si acaso, la penúltima que ocurre en el Gobierno, que es más bien un desgobierno, de Paulino Rivero. Ahora le toca el turno al presidente recién nombrado de la Cámara de Comercio, Industria y Navegación de Santa Cruz de Tenerife, apenas unos días después de haber cesado en el cargo don Ignacio González, que fue una de los más brillantes personas que han ocupado ese cargo desde la fundación de la Cámara, un organismo que desempeña una dificilísima labor que abarca, además de cargos fundamentales en cuestiones que afectan a la economía de la provincia.

Porque estos últimos también son factores económicos que tienen que ver con la economía centrada en todo lo que entra y sale de Santa Cruz por la vía marítima, que en cantidad, y podríamos también decir en calidad, es función portuaria fundamental.

No sé por qué el señor García acusa a los médicos de firmar bajas con "ligereza", con el consiguiente perjuicio económico para las empresas. El presidente del Colegio de Médicos tilda la opinión de García sobre las bajas con incalificables palabras y aclara que la mayoría de los trabajadores no las quieren por miedo a acabar en el paro. Es cierto este miedo de los trabajadores. Y son los médicos los que se sienten molestos por lo que afirma el presidente de la Cámara. Y así están las cosas en cuestiones que afectan al trabajo y posibles reacciones que, de una norma u otra, son muy malas para nuestro puerto en esta tremenda crisis por la que está pasando España entera. Claro que la independencia que piden los canarios aseguraría llegar a las aludidas reacciones, pero nada está firme en la presente situación si parte y parte comprenden que es precisamente ahora cuando no puede exponerse a semejantes acciones, como el paro de la mano de obra, y será muy malo para Tenerife y para Canarias llegar a estos extremos.