Daba cuenta este periódico hace unas semanas de la noticia de que la mitad de las viviendas sociales que posee el organismo correspondiente de Tenerife para las familias que tienen necesidad de ellas están sin alquilar pese al problema de escasez de casas que hay en la isla, ya que las barriadas del mismo carácter que construía gente como el general García Escámez y otras personalidades del régimen de entonces, el de después de la guerra, ya no las construye nadie. Pese a las faroladas que se gastan, para lucirse, los partidos políticos de ahora.

ice también el diario que la comparsa que forman el colonialismo peninsular y el presidente del Gobierno de Canarias Paulino Rivero es la causa de la perdición de las Islas.

Añade el diario que lleva varios días pensando -y así lo ha reflejado en sus comentarios y editoriales- que se ha llegado a un punto sin retorno y que, muy a su pesar, se temen que Canarias ya no tenga remedio porque la han desgraciado Paulino Rivero, la birriada política de las peinetas y los secuaces de esta pareja.

El Gobierno canario solo ha entregada 246 viviendas de protección oficial de 1.550 para venta que se reorientaron a alquileres sociales. El resto está aún pendiente de ocupar o reservar. Y en lo que respecta a la empresa pública Visocan, el Gobierno solo alquila la mitad de las viviendas estando 146 sin reservar.

Se añora mucho por eso la reiterada gestión del general García Escámez que realizó en Santa Cruz dos barrios enteros de viviendas que resolvieron el grave problema de aquellos años posteriores a la guerra. Y recuerdo, por mi parte, que al general no le concedió Santa Cruz ni el nombre de una de las muchas calles que se deben a su gestión.