Nos cuentan, ya que nosotros no perdemos el tiempo en oír a la hez del periodismo canario, que ayer una emisora de Las Palmas nos dedicó un par de horas de su programación matinal. El conductor de la bazofia, acompañado por otros deleznables individuos que ni siquiera merecen la denominación de profesionales de los medios de comunicación porque no son tales, se dedicó a tirar barro a la pared. Ya se sabe: a decir lo primero que se le ocurría a ver si pegaba.

Les agradecemos la publicidad que nos hicieron porque lo mejor que le puede ocurrir a un periódico y a su editor es que este lumpen los ponga a caer de un burro. osotros no les vamos a dar el gusto de citarlos. De momento somos el periódico más leído del Archipiélago. En el futuro ya se verá, pero a día de hoy encabezamos el ranking de difusión a bastante distancia del segundo. Que nadie piense que le vamos a hacer publicidad. Las citaciones, en el juzgado. Por ejemplo, la que en su momento recibirá una jueza que estamos denunciando ahora mismo ante el Tribunal Superior de Justicia de Canarias por presunta prevaricación. Sentimos pena porque una magistrada -que tanto ha sufrido en el pasado debido a circunstancias que no vienen a cuento- esté arruinando su carrera profesional por culpa de un tatarita que la lleva por el mal camino. o es la primera vez que le avisamos de lo mucho que la perjudica ese marimarica, pero allá cada cual y lo que hace con su vida. Por las presuntas prevaricaciones cometidas contra EL DÍA y su editor sí tendrá que responder ante el citado estamento judicial. Creemos en la Justicia y confiamos en que los tribunales nos den la razón.

Pensábamos que la mala prensa canaria estaba encabezada por cuatro godos insufribles. Ahora nos damos cuenta de que en la isla tercera hay algunos más, empezando por el pajarraco comprado con la emisora de radio que le quitaron a EL DÍA. A todos estos apestosos, un mensaje: ladran, luego cabalgamos.

Mientras tanto, sigue el maltrato de la Metrópoli hacia su colonia. Ayer había dos noticias significativas al respecto en nuestra primera página. "El Estado defenestra a la capital tinerfeña", era el titular de una de ellas. "El Gobierno canario, sin dinero para mejorar las urgencias sanitarias", rezaba la otra. ¿A qué esperamos los canarios para echarnos a la calle? EL DÍA puede ser, y de hecho lo es, la voz del pueblo, pero no puede sustituir al pueblo. Tenemos que manifestarnos contra la explotación colonial. De lo mucho que se lleva de aquí la Hacienda española no retorna nada. Solo unas migajas que les dan a los representantes de CC en Madrid. Una lechuguita que le ponen en la jaula para que picoteen un poco. Pese a ello, los muy torpes vuelven a las Islas ufanos para presumir ante el pueblo de lo que han conseguido, cuando en realidad lo único que se merecen es que la gente los desprecie por colaboracionistas con el Gobierno explotador de Madrid.

Independencia. Esa es la solución. Hemos de ser libres de una vez para administrar nuestros propios recursos y para disfrutar de nuestras riquezas como nación soberana. ¿Por qué hemos de seguir mendigando en Madrid una parte ínfima de lo que España rapiña de nuestra tierra? Además, ¿cómo que no hay dinero para mejorar las urgencias sanitarias, si sigue habiendo presupuesto para el Carnaval, para la inservible Policía Canaria, para una Televisión autonómica al servicio de Rivero y sus secuaces políticos y hasta para volar en helicóptero? ¿Es que vamos a tener que seguir aguantando siempre el mismo cinismo? Mientras tanto, las urgencias sanitarias peor que en los países del tercer mundo y la gente muriéndose en las listas de espera. Esto es un crimen. ¿De qué nos sirve ser una comunidad autónoma española? De nada. En primer lugar porque no tenemos ninguna capacidad de autogobierno. La autonomía solo es una careta que nos han puesto nuestros "amos" españoles para ocultarle a Europa y al mundo que somos una vil colonia.

Por si fueran poco nuestros males coloniales, estamos en manos de políticos que carecen de altura personal e intelectual. Políticos, como el inepto que preside el Gobierno regional, desconocedores de lo que necesita el pueblo porque únicamente están pendientes de sus asuntos.