Años atrás la gestión del turismo era una verdadera entelequia llena de contradicciones, acciones para la galería, fuente de increíbles ganancias económicas, un campo donde las ideas podían hacer florecer las más absurdas empresas y un espectacular sector para el desarrollo del empleo y la cultura de poblaciones donde la miseria era una constante a través de los siglos.

Una acertada gestión de la Unión Internacional de Organismos Oficiales de Turismo (UIOOT) cumplió la obligación de ir transformando el turismo como una conquista social que acercaba al mundo entero a lo que hoy podíamos llamar una cultura de paz, basada sencillamente en el conocimiento de los pueblos del mundo, la comprensión y el ideal de servicio tal como acuñó hace mas de cien años el Rotary Internacional. La UIOOT se trasformó en los años setenta del pasado siglo en la hoy OMT (Organización Mundial del Turismo), entidad perteneciente a las Naciones Unidas, cuyos fines finales es precisamente conseguir una buena gestión del turismo en todo el ámbito mundial, para lo cual no ha escatimado esfuerzos en todos estos pasados años. Difícil y complicada situación que ha supuesto un largo camino ornado de grandes resultados que se concretan en exitosos logros gracias a la sabiduría, el empeño, la perseverancia y el conocimiento de unos líderes mundiales que han sabido con un encomiable esfuerzo situar al turismo como la primera fuerza mundial para combatir la pobreza y la incultura: el turismo es riqueza para la persona, la familia, la comunidad y el mundo entero (OMT 2003).

Ante este panorama, la gestión del turismo ha prosperado de forma espectacular en todo el mundo civilizado rescatando regiones, pueblos, países y lugares de un estado miserable, para convertirlos en auténticos paraísos del desarrollo económico-social, gracias a la visión generosa y al conocimiento de personajes que ilustran toda una historia de la nueva vida del planeta Tierra.

Con una variadas gama de luces y sombras, podemos definir la gestión del turismo como el arma mas completa de la cual se ha dispuesto en miles de lugares del mundo para propiciar la paz y el entendimiento de toda una población, que gracias las nuevas tecnologías avanza de forma imparable hacía la conquista del conocimiento, la comprensión, y la conquista de la paz mundial.

No ha sido precisamente una acción innecesaria la fundación de la Universidad para la Paz, creada por las Naciones Unidas, en el año 1980, gracias a la gestión visionaria del llorado presidente de Costa Rica Rodrigo Carazo, y a la humanitaria y benemérita cesión de un emigrante catalán enriquecido en aquella nación americana, que cedió una inmensa extensión de terreno para el asentamiento de tan importante obra. Allí, entre otras variables, se enseña de forma precisa y llena de un contenido humanístico, a gestionar el turismo de la mejor forma para conseguir el desarrollo sostenible del mundo. Somos testigos de excepción de las magistrales clases prácticas de los sabios profesores Gerardo Budowsky y Felipe Matos -entre otros muchos- a grupos de interesados colegas de todo el mundo que llegan a la institución en busca de aquellos secretos que contengan las razones fundamentales para conseguir en sus respectivos países el desarrollo del turismo unido al complemento ineludible de la paz.

En todo este panorama mundial, los que hemos estado a la expectativa de su desarrollo hemos presenciado las mas diversas actuaciones, unas llenas de contenido emocional y sentido práctico, otras motivadas por puros intereses económicos, y otras llenas de encomiables acciones para acabar con la incultura y la pobreza, sin que faltara en todo este escenario la legión de personajes cuyos escasos conocimientos han servido para cometer las mas bajas acciones refrendadas por sus escasos conocimientos, sus afanes de protagonismo y la falta total de la visión ética y humana en toda su gestión. Casos hay para escribir una enciclopedia.

Próceres del desarrollo turístico que con una sabia gestión han sabido colocar a sus países, pueblos y lugares a la cabeza del desarrollo mundial, y están hoy iluminando una buena gestión con sus fascinantes obras, algunas de impactante sentido social, rescatando poblaciones enteras, campos estériles y poblaciones incultas que rápidamente se han colocado como destinos turísticos de éxito gracias una brillante gestión conseguida gracias al conocimiento que les ha trasmitido la experiencia y la enseñanza práctica en cuyo amplio panorama ha tenido principal protagonismo la Organización Mundial del Turismo con sus excelentes y cuidados programas, informes, cursos, seminarios, asesoramientos y directrices, marcados por un conocimiento cuyas bases han sido los muchos años de experiencias vividas y el trabajo sin parangón que han entregado sus componentes, algunos de forma totalmente gratuita y con el solo estímulo del deber cumplido.

La gestión turística como tal, está arraigada en todos los lugares del mundo. Como decimos con sus luces y sus sombras, las sombras las dejaremos sin comentarios, las luces podamos verlas fácilmente en los Emiratos Árabes. Ahí están Qatar y Dubai, por ejemplo.

*Del Grupo de Expertos de la Organización Mundial del Turismo, UNTWO