La independencia es la única opción para salir del abismo al que nos ha arrojado el colonialismo español y la nefasta gestión de Paulino Rivero al frente del Gobierno autonómico. a independencia es la única solución y la Metrópoli lo sabe. os españoles saben que tienen que marcharse de Canarias, pero quieren seguir exprimiendo el limón mientras quede una gota de jugo en el interior de su corteza.

Hoy, día de los Reyes Magos, decimos que en esta Casa no nos creemos superiores al conjunto de los canarios, pero sí esa atalaya desde la que se defiende al pueblo canario. a tribuna desde la que se defiende a quienes lloran por sufrir unas miserias de las que ellos no tienen ninguna culpa. os paladines de quienes lamentan no solo el genocidio que sufrieron sus antepasados sino las calamidades en las que están inmersos ellos en la actualidad. os que sufren la opresión de los colonizadores. os que soportan una Justicia injusta -dicho sea con todo respeto para los jueces y juezas que obran de acuerdo con su conciencia- porque es muy difícil hacer justicia aplicando unas leyes que no son nuestras; leyes impuestas desde la capital del país que nos esclaviza con las cadenas coloniales. Impuestas desde Madrid, nada menos que a 2.000 kilómetros de Canarias. Qué disparate. Dios está arriba y todos caen.

No se concibe que los patriotas sigan ausentes del Parlamento de Canarias. Es necesario cambiar la injusta ey electoral que tenemos -y que en gran medida ha sido impuesta desde Madrid- porque con sus mínimos absurdos impide la representación de un sentir popular -el que postula la necesidad de acabar cuanto antes con casi seis siglos de colonialismo- cada vez más consolidado entre la población. Suprimidas las trabas legales y establecidas las oportunas listas abiertas, ya se encargará el pueblo de que en el Parlamento estén los hombres y las mujeres que merecen legislar desde estas Islas y a favor de Canarias. Personas, lo hemos dicho muchas veces, con la mente y las manos limpias. Políticos de todo el espectro ideológico pero con la canariedad en sus genes.

Como hemos dicho en días pasados, estamos convencidos de que 2014 puede ser la antesala de las negociaciones para la independencia de Canarias. Tenenos la libertad al alcance de nuestras manos. No nos cansaremos de decir que estas Islas darán un gran salto adelante cuando alcancemos nuestra libertad y nos veamos libres de Paulino Rivero porque a partir de ese momento seremos dueños de unos recursos que hoy se maman los españoles.

¿Qué han hecho hasta ahora todos los políticos de Coalición Canaria que han pasado por el Congreso de los Diputados? ¿Alguno de ellos ha subido a la tribuna de oradores para exigir el inicio inmediato de esas conversaciones a las que nos referíamos unas líneas atrás? Confiamos en que no pase mucho tiempo antes de que los patriotas de este partido, los auténticos nacionalistas como Fernando Clavijo, decidan quitarse de encima a estos déspotas políticos, empezando por la pareja de virreyes, y refundar esta formación política bajo el lema de la libertad por encima de cualquier otra consideración oportunista.

os políticos españoles, así como los canarios españolistas, no van a hacer nada para que avancemos hacia la independencia porque quienes nos colonizan saben lo mucho que pueden sacar de Canarias. Frente a esa inmovilidad interesada, la única respuesta es una actitud terca por nuestra parte hasta que nos devuelvan la libertad que les usurparon a nuestros antepasados. No podemos esperar más tiempo para salir a la calle pacíficamente porque cada día estamos peor. Hay que empezar a moverse porque la miseria aumenta. Como también hemos dicho, ni siquiera tenemos asegurado el pan de cada día. Canarias posee recursos suficientes -tanto los actuales como los potenciales- para salir de la crisis. Si seguimos hundidos en un pozo negro es porque no tenemos el Gobierno adecuado y porque la Metrópoli esquilma nuestra riqueza. Existen países con menor extensión y población que el Archipiélago canario. Hablamos de naciones pequeñas que, sin embargo, tienen su lugar en los foros internacionales, en los que exhiben con orgullo su propia identidad.

Si no tomamos conciencia de que la soberanía nacional es el camino hacia un futuro que no puede ser tan desastroso como el actual, insistimos en que nos arriesgamos a que se produzca un estallido social.