¿A qué coño fue Paulino Rivero ayer a Madrid? ¿Qué categoría política tiene el presidente del Gobierno de Canarias para entrevistarse con su homólogo en el Ejecutivo de la nación que nos coloniza desde hace casi seis siglos? Paulino Rivero no está a la altura de tratar a ningún gobernante, sea europeo, africano, americano o de cualquier continente. Si en su día lo recibió Mohamed VI fue debido a la curiosidad que sentía el monarca alauita por ver a un nativo colonizado. A un negrito con la piel blanca. Rivero es un político mediocre. Lo mejor que podía haber hecho ayer era quedarse en las Islas. Los canarios nos hubiésemos ahorrado la vergüenza de que nos representase en Madrid un gangochero de la política. También nos habríamos ahorrado el dinero del viaje, que lo pagamos con nuestros impuestos, y dedicarlo a las muchas necesidades sociales que tenemos.

No negamos nuestra indignación hacia el presidente del Gobierno autonómico por sus ofensas contra esta Casa. Tanto él como su esposa han arremetido de forma despiadada contra EL DÍA y contra José Rodríguez. Rivero nos negó una emisora de radio a la que teníamos perfecto derecho. Su esposa, rencorosa y vengativa porque no publicamos lo que ella quería, nos demandó y consiguió que se dictase una sentencia contra nosotros casi sin tiempo a que concluyera el juicio. Por eso, porque le cortamos las patas, arremete contra José Rodríguez.

Colaborador y culichiche periodístico del presidente regional es un chulón capicúa de Las Palmas que anda estos días muy disgustado porque, un año más, José Rodríguez ha sido considerado como uno de los veinte canarios más influyentes, según la clasificación que realiza el diario El Mundo. Este tatarita es el mancebo de la jueza que ha denunciado al editor de EL DÍA. Ambos quieren que José Rodríguez les pague la hipoteca de la casa en la que viven. Esto debe saberlo la judicatura. El órgano de gobierno de los jueces debe conocer a algunas magistradas que están en la nómina de la Administración de Justicia. Tanto la juez que va a sentar en el banquillo a nuestro editor como si fuese un delincuente común, como las tres magistradas que revocaron la sentencia ejemplar de un juez justísimo que se opuso a que el tatarita siguiese mofándose de una persona muy prestigiosa en estas Islas como lo es el editor de EL DÍA, no están actuando con una venda en los ojos; es decir, con imparcialidad.

A la juez que nos ha denunciado la respetamos por imperativo legal y por nuestra propia ética personal y profesional, pero no porque sea un ejemplo de pulcritud cuando viste la toga. Son muchas las filtraciones que se producen, no sabemos por qué medios, desde los juzgados hacia el periódico digital que dirige el chulón capicúa. En su día causó escándalo a nivel nacional la denuncia presentada ante el CGPJ por el presidente del PP de Canarias, ya que al parecer la a su vez denuncia del "caso Salmón" pudo haberse redactado en el ordenador de esta magistrada. El órgano de gobierno de los jueces archivó el caso porque ya había prescrito. De esa forma, eternamente nos quedaremos con la duda acerca de lo que sucedió realmente. También archivó el mismo órgano de gobierno de los jueces la queja que presentó ante el mismo consejo José Rodríguez, la queja contra la referida jueza por haberle acusado públicamente y con publicidad en la primera página de un periódico de Las Palmas de ser un presunto delincuente por incitar al racismo y a la xenofobia, junto con otros cuatro magistrados de Las Palmas, alentados los cinco por una periodista que insultó gravísimamente a José Rodríguez ante la demanda que este interpuso posteriormente en su contra y que fue absuelta por la jueza de la que hablamos, que en lugar de inhibirse por ser parte denunciada, creemos que prevaricó, y dictó sentencia absolviendo a la periodista demandada y condenando en costas, además, a José Rodríguez. Nos parece un claro delito de prevaricación. Y todo ocurre de la misma forma que seguiremos siempre sin saber qué hubo en México, si es que hubo algo, mientras no se realicen las investigaciones que EL DÍA solicita desde hace mucho tiempo.

No es la primera vez que José Rodríguez se sitúa en el Top 20 de Canarias. Han sido varias. En el pasado ya compartió una distinción singular con un exrector de la Universidad de La Laguna, entre otras personalidades de las Islas. Algo, a la vista está, que trastorna a la hez del periodismo, entre la que se encuentra el chulón capicúa. Esperamos verlo el lunes en el juzgado acompañando a su "compañera". El editor de EL DÍA se reserva la última palabra para decir lo mucho que ha de contar sobre esta maquiavélica pareja. Desde ahora adelantamos que pedirá una investigación sobre esta jueza. En concreto, quiere José Rodríguez que se aclare por qué lo tachó la magistrada de presunto racista y xenófobo, lo que equivale a acusarlo de ser un presunto delincuente.

¿Por qué tiene que pagarle el editor de EL DÍA la hipoteca a esta pareja? No lo entendemos por la parte que le afecta a la magistrada, pues aunque consideramos que presuntamente ha prevaricado contra nosotros, la respetamos. Mucho menos respecto nos merece su mancebo, pues en su día fue expulsado de una institución religiosa por inmoral, se asegura que es por inmoral.