Hemos dicho en múltiples ocasiones que las leyes españolas -normas que estamos obligados a cumplir por nuestra vil sumisión colonial a un país situado en otro continente- impiden que Canarias levante cabeza. De forma especial estamos encadenados por una legislación laboral obsoleta y absurda, y por una fiscalidad rapiñadora frente a la que no hace nada el Gobierno de Paulino Rivero.

Señalan algunos comentaristas políticos que Paulino Rivero se ha sacado de la manga la consulta sobre las prospecciones petrolíferas para afianzar su liderazgo en Coalición Canaria. Sabido es que algunas encuestas manejadas por este partido muestran un gran rechazo hacia su liderazgo. Rivero no es un buen gobernante. Es un tahúr de la política; es astuto, es listo pero no es inteligente. Todo esto políticamente hablando pues en su vida privada no entramos. No lo hemos hecho nunca, aunque él considera lo contrario. Los tribunales nos han dado la razón al desestimar íntegramente la primera demanda que nos puso. No contento con este varapalo judicial, acaba de presentar otra. Otro mamotreto de papel cuya fotografía publicábamos ayer para asombro de nuestros estupefactos lectores.

Perplejos están no solo los muchos seguidores de EL DÍA -nos cabe el honor de editar el periódico más leído de estas Islas- sino todos los canarios ante el hecho, increíble pero cierto, de que en un Archipiélago con casi 400.000 desempleados, con colas del hambre que cada vez son más largas, con listas de espera convertidas para muchas personas en listas de la muerte porque fallecen en ellas antes de que les llegue el turno de recibir atención, con una emigración juvenil tan grave o más aún que el desempleo de decenas de miles de jóvenes que no encuentran colocación y, sobre todo, con un régimen colonial que cercena cualquier vía para salir del pozo negro en el que nos encontramos, en una sociedad aquejada por todos estos males, un presidente del Gobierno autonómico esté más preocupado por perseguir a un periódico que por mejorar las malísimas condiciones de vida que sufren miles y miles de familias. Familias con todos sus miembros en paro y sin recibir ayudas que apenas pueden comer gracias a la caridad de sus familiares y de las organizaciones benéficas. Qué tragedia. Y Paulino Rivero calentito y confortable en su mansión. Y la acienda española arrasando lo poco que queda por arrasar, porque la mayoría de los empresarios, profesionales y trabajadores ya están contra el suelo.

No es la primera vez que lo decimos: con la enorme estructura que tiene la Administración española resulta imposible que los políticos no nos ahoguen con impuestos. Un abuso todavía más grave en el caso de Canarias, ya que somos un país colonialmente sometido en el que la acienda de la Metrópoli arrasa, lo reiteramos, el fruto de nuestro trabajo. El dinero que ganan los canarios debe quedarse en el bolsillo de los canarios y no ir a parar a manos de los peninsulares. ¿Permitirá el ministro Montoro una amnistía fiscal para Canarias mientras termina de tramitarse nuestra independencia? España es un país europeo y Canarias un archipiélago costero africano situado a 1.400 kilómetros de la Península y a 2.000 de la capital metropolitana. No es sensato que paguemos los mismos tributos que los continentales ni mucho menos que sigamos sometidos a España por las cadenas del colonialismo.

Mal que les pese a los españolistas, los amantes de la españolidad y los leales a España hemos de insistir igualmente en que Canarias es un territorio invadido y ocupado por una nación colonialista y abusadora. ¿Vamos a seguir sometidos otros 600 años?, nos preguntamos un día más. De nosotros depende. Nuestros "amos" juegan a su favor con un aplatanamiento que es consecuencia de la narcosis que nos han inducido. Los políticos españoles hacen cuanto está en sus manos para que no tengamos confianza en nosotros mismos. Intentan hacernos creer que no podemos sobrevivir sin estar vinculados a España, lo cual es falso. Son los españoles los que obtienen muchos réditos de nuestra situación. Si el pueblo no sale a la calle, esto seguirá igual. No pedimos revueltas violentas porque detestamos la violencia. Pedimos acciones pacíficas pero inequívocas, como las emprendidas por el pueblo catalán. La consulta sobre las prospecciones es una payasada de Paulino Rivero. Una cortina de humo -lo hemos dicho anteriormente y lo reiteramos hoy- para ocultar su incapacidad como gobernante. Que plantee una consulta sobre la independencia o, mejor aún, que proclame unilateralmente la libertad de Canarias y que se deje de boberías y de perseguir al mensajero; a esa voz del pueblo canario que es EL DÍA.