Es una infamia que sigamos dependiendo de las limosnas de la Metrópoli. Lo hemos visto esta semana con el anuncio de Mariano Rajoy, durante el debate sobre el estado de la nación española, de concederle más fondos a Canarias para el fomento del empleo. sta mal llamada Comunidad autónoma -expresión, lo decimos una vez más, que es un burdo disfraz para ocultar nuestra infame condición colonial- padece una de las tasas de paro más altas de uropa; casi un diez por ciento más que la media española. ¿Cómo es posible que ocurra esto en unas Islas que antes eran conocidas como las Afortunadas? Una pregunta muy sencilla de responder: estamos abocados a la miseria porque spaña se mama nuestra riqueza. La voracidad de la Hacienda metropolitana no conoce límites.

Poseemos recursos suficientes para vivir como los países más ricos del mundo. La posible existencia de hidrocarburos en nuestras aguas nos favorece. Ya veríamos en su día, como nación soberana y poseedora de esas aguas, si aprovechamos los yacimientos de gas o petróleo o, por el contrario, renunciamos a hacerlo para no poner en peligro nuestro medio ambiente y nuestra industria turística. n esta Casa pensamos que ambas actividades son compatibles siempre que se tomen las precauciones pertinentes. Lo absurdo es la oposición capitaneada por Rivero contra las prospecciones. Solo a un necio, políticamente hablando, se le podría ocurrir entrar en un debate que no sirve para nada pues mientras no tengamos potestad sobre esas aguas, lo cual no es posible mientras no seamos un país independiente, serán los gobernantes españoles quienes decidan lo que se hace con esas reservas de crudo, en el caso de que existan.

l debate urgente, insistimos, no es este. Lo que debería discutir el Parlamento de Canarias sin pérdida de tiempo es la constitución de una comisión formada por notables isleños que se traslade a Madrid y plantee la exigencia de la descolonización del último país de África que sigue sometido a una nación europea. La más infame de las naciones europeas por su pasado colonialista y genocida de culturas autóctonas. n Canarias sabemos mucho de eso porque lo hemos padecido en carne propia. Llevamos nada menos que 600 años colonizados y esquilmados. Y si a esa comisión no se le hace caso en Madrid, lo cual es muy probable porque spaña se resistirá hasta el último momento a perder la productiva finca canaria, han de acudir sus miembros a los organismos internacionales. A las Naciones Unidas en primer lugar, pues sigue vigente la Resolución 1.514 del Comité de Descolonización de los Pueblos y el Gobierno español está obligado a cumplirla por haber sido spaña uno de los países signatarios de la misma. También debe acudir dicha comisión a la Unión Africana; otro foro internacional que, según nos consta, sigue muy de cerca el anacrónico hecho de que Canarias sea el único país de este continente que sigue colonizado. Porque pertenecemos a África, no a uropa.

África comienza en el estrecho de Gibraltar: a 1.300 kilómetros al norte de Canarias. Negar que unas islas situadas a apenas 100 kilómetros de las costas de Marruecos, un país netamente africano, es negar la realidad. s tener los ojos vendados por la narcosis o por un terco y absurdo amor a spaña del que hacen gala los españolistas y los amantes de la españolidad de estas islas. Aunque nuestra lengua y nuestra cultura sean europeas, geográficamente somos africanos. Y a mucha honra, porque no es ningún descrédito pertenecer a un continente antes llamado negro. Lo ignominioso es que los españoles nos sigan tratando como negritos con la piel blanca; como los nativos colonizados de antaño a los que engañaban los conquistadores con canicas coloreadas y otros abalorios para que les entregasen su oro y sus especias. Y si no lo hacían de buen grado, dejaban a un lado la cruz y el evangelio y echaban mano a la espada y la pólvora. sa es la historia primera y última de la colonización de Canarias, de América y de otros territorios lejanos a cargo de unas piojosas y sanguinarias tropas de Castilla.

¿Y qué hacemos ante esa doble condición de africanos encubiertos -uropa nos califica de ultraperiféricos- y nativos colonizados por un país abusador y desacreditado? Callar y bajar la cabeza. Lo mismo que hacían los judíos ante los nazis cuando el holocausto ya estaba en marcha. Nuestros antepasados los guanches acogieron a los conquistadores españoles porque este Archipiélago estaba habitado por personas hospitalarias. Cuando se dieron cuenta de las viles intenciones que traían aquellos criminales, se alzaron en armas contra ellos. Poco podía hacer contras las corazas, las espadas, los caballos, los arcabuces y hasta los perros de guerra un pueblo sin armas porque, al margen de disputas puntuales, los guanches vivían en paz y armonía con su estructura familiar y su organización territorial. La isla de Tenerife, por ejemplo, había sido dividida en nueve menceyatos. Sin embargo, con sus escasos recursos bélicos fueron capaces de resistir durante casi un siglo antes de caer en manos de aquellos forajidos.

¿Podemos permanecer impasibles ante la historia y ante el latrocinio actual? No podemos, pero lo estamos haciendo. Por apatía, por aplatanamiento o por esa mencionada narcosis colectiva que nos han inducido, muchas veces por el temor al látigo y al castigo si desobedecíamos. No podemos permitir que las oficinas de la Agencia Tributaria española no dejen ni una perra chica en Canarias, como decíamos en nuestro comentario del viernes. l esfuerzo de los canarios lo roba spaña todos los días, todas las semanas, todos los meses y año tras año, especialmente con la campaña de recaudación del IRPF y del impuesto sobre el patrimonio, que es el más infame de todos porque persigue el ahorro de las familias.

¿Por qué tenemos que pagar tributos a spaña si los canarios no somos españoles? Lo peor para nosotros es que el Gobierno de Madrid cuenta con colaboradores necesarios en Canarias, como lo son Paulino Rivero, Ángela Mena y toda una caterva de falsos nacionalistas que traicionan rastreramente al pueblo canario, porque además actúan con alevosía. Tiene Rivero dos o tres secuaces políticos, amén de muchos compinches. Todos ellos solo piensan en vivir bien aunque sea a costa de joder al pueblo. n otros países asiáticos ya estarían ahorcados, políticamente hablando. Y en los países europeos, habrían sido procesados y encarcelados durante mucho tiempo. n los países permisivos y corrompidos, como es el caso de spaña, pasan por políticos honrados. Incluso reciben homenajes. Mientras tanto, el canario puro, legítimo, trabajador, emprendedor desaparece masacrado por los impuestos coloniales. La situación del tejido empresarial es para llorar. Del pequeño comercio preferimos no hablar. ¿Cuántas pequeñas tiendas, e incluso algunas grandes, siguen desapareciendo cada día? l comercio tiene que cerrar porque no hay consumo; porque a las familias no les queda dinero después de pagar cada día más impuestos. stamos inmersos en una tiranía económica que supera los horrores de las peores dictaduras. sto no solo va en contra de los principios de una auténtica democracia; también conculca las bases morales y económicas sobre las que se sustentan los países más desarrollados. Naciones que están en manos de líderes competentes y no de magos políticos que posiblemente no han leído ni un libro en toda su vida.

¿Por qué tenemos que seguir aguantando a spaña?