Azofa es la comarca que abarca desde el sur de Valverde hasta El Pinar, zona de riqueza agrícola y ganadera, donde la meseta de Nisdafe y la antigua fuente de Isora son referentes significativos. Como pueblo principal, sobresale el de San ndrés, con sus 1.100 metros sobre el nivel del mar, y que es parada obligada del viajero que va hacia El Pinar o continúa por la carretera vieja hasta el valle del Golfo.

Si lo traigo a la memoria es por razones de cercanía a Valverde, igualmente que el Mocanal. Lo mismo nos trasladábamos a los bailes al Mocanal que íbamos a un rudimentario campo que estaba detrás de la ermita del santo a practicar el futbol, muchas veces acompañados por la neblina característica del lugar. Santo, San ndrés, que tiene su leyenda y que, dada la sequía que se venía produciendo en la isla, los habitantes, en un arrebato de desesperación, lo alongaron al brocal de un aljibe profundo y la lluvia fue casi inmediata.

Nos llamaba la atención los corrales de los que nos decían se encerraba el ganado no solo de sus dueños sino también el que andaba perdido, alejado de sus pastos, al cual se le metía en el corral hasta que se encontraba.

Hoy, en su explanada se desarrollan con esplendor los días de la pañada, que ha asumido una raigambre importante y que ha hecho que ese día prácticamente sea el del pueblo, donde la isla entera y mucha gente que viene de fuera se desplace a esa feria que ha sabido aposentarse y ser vivo reflejo de una isla que no quiere quedarse estática, que pretende avanzar y desde este pueblo se aporta lo mejor, lo más significativo, como es la pañada.

De San ndrés recordamos de nuestra época de estudiante en la academia de doña Inocencia compañeros que se desplazaban a Valverde, donde vivían en casas de sus familias y que se destacaban por ser buenos estudiantes. Y también aquel maestro que llegó de la península, Bejarano, que los viernes bajaba en la guagua para darnos en el campo de San Juan clases de gimnasia que había que representar más tarde en la plaza del Cabildo ante los profesores que venían a examinarnos desde Tenerife

San ndrés, con su inviernos fríos, con el verdor perenne de cebadas y manzaneros, con la exquisitez del trato de sus habitantes y las paradas obligadas en casa de ese entrañable personaje que es Goyo, hoy es un lugar de la isla que pelea por situarse mejor que hace años en el concurso de la isla; y lo está logrando.