En otras cinco ocasiones me he referido en esta columna a lo que se llama Reserva para Inversiones en Canarias (RIC) y que, de acuerdo con esa nomenclatura, lo que trataba de hacerse desde la Hacienda estatal era que la parte de impuestos que por beneficios, de las empresas que se acogieran a ello, hubieran debido engrosar los ingresos estatales se quedasen en esa reserva para potenciar el desarrollo de Canarias reinvirtiendo y creando empleo. Problema este último (el paro) que con crisis o sin ella ha sido siempre consustancial con la estructura económica del archipiélago.

Han sido varias veces las que desde determinadas capillas de empresarios, y aun desde el Gobierno de Canarias (no parece ser el caso actual respecto de este último), se ha pretendido que la referida RIC pudiese invertirse en determinados lugares de África. sto ponía de manifiesto la incapacidad de tales empresarios para desarrollar sus actividades o emprender nuevos nichos de producción en las islas con el fin de aligerar el alto índice de paro (siempre ha sido muy superior a la media nacional, incluso en tiempos de bonanza) y con ello potenciar la capacidad de consumo del pueblo canario. No lo hicieron. Y pretendían hacer sus negocios, con ese dinero detraído al fisco, allende el archipiélago, donde les era más fácil obtener beneficios por las permisivas condiciones respecto a los derechos de los trabajadores y con salarios mucho más bajos. Con estos antecedentes, el pasado sábado 1 de marzo podíamos leer, en la página 3 de este diario, cómo el PP canario, por boca de su secretario general, don Asier Antona, lanzaba la propuesta de que la RIC se flexibilizase para hacerla más atractiva a fin de que pueda materializarse en África Occidental entre un 30% y un 40% de la misma. Y al modelo económico que requiere este archipiélago, que lo parta un rayo. Y de paso, a los desempleados también. Y a la Hacienda, que debiera haber obtenido aquellos recursos para distribuirlos en los presupuestos generales del stado, también.

l PP canario ha mostrado con esta propuesta sus connivencias. Y no me gusta el caminar de la perrita. s Canarias quien necesita la aplicación lúcida y eficiente de la RIC en todo su ámbito. Son los miles de parados que precisan encontrar empleo, pero en un modelo económico que nos saque del monocultivo en que nos hemos instalado: el turismo. Precisamos además de eso, que nos viene dado como renta de situación, una mayor diversificación productiva. Y mientras todo esto viene ocurriendo, algunos de nuestros políticos, o todos ellos, unos por acción y otros por omisión, presionando año tras año para que la Refinería se valla. Buena forma de potenciar el tejido industrial.