Cifras para llorar. Las recogíamos en nuestra primera página de ayer. El plan del Gobierno de anarias contra la pobreza acumula ocho meses de retrasos. Un trabajador vasco cuesta 1.000 euros más al mes que un canario. Más de 12.800 canarios esperaban a finales de 2013 para que se les reconociese su discapacidad. Y la última, por ahora: solo un 35 por ciento de los diabéticos isleños puede pagar una dieta saludable. A estos espantosos números hay que añadir las más de 500 toneladas de alimentos destinadas a ayudar no a los "negritos" de África, como antaño, sino a 27.000 canarios que están pasando hambre. Hay que añadir también los datos del estudio elaborado por la Fundación de las ajas de Ahorro, que eleva hasta el 40% la incidencia de la pobreza en anarias.

Este es el día a día de una nación vilmente colonizada por un país extranjero y muy mal gobernada por un político necio y déspota que se refugia en su palacete de El Sauzal para no oír el llanto de los niños que pasan hambre. El tirano político que remite a los servicios sociales de un ayuntamiento a un padre desesperado porque está en paro y a punto de ser desahuciado, que le pide ayuda porque ni siquiera tiene dinero para ir a ver a su hija.

Paulino Rivero preside el Gobierno de anarias por una legalidad ilegítima e inmoral: no ocupa ese puesto por ganar las elecciones, sino por pactar con el otro partido que las perdió para proclamarse presidente y cometer los desmanes que está cometiendo con anarias. Rivero le está causando enormes daños al Archipiélago. Daños de tal magnitud que dudamos de que nos sea posible recuperarnos de ellos. Hemos caído al nivel de un país del Tercer Mundo aunque todavía no nos vistamos con harapos gracias a lo que compramos en las tiendas de los chinos y las ropas, cada vez más desgastadas, que nos quedan de años anteriores. Estamos convirtiéndonos a pasos agigantados en un país de hambrientos. Un hambre en parte oculta -la gente siente vergüenza de acudir a los comedores sociales- pero real. El ya citado caso del iceberg, del que únicamente se ve una décima parte.

Y pensar que podríamos ser una de las naciones más ricas del mundo si tuviésemos libertad, si España no se mamara nuestros recursos y si estuviésemos gobernados por políticos inteligentes y no por necios, encabezados por el más torpe, políticamente hablando, de todos ellos. ¿Por qué no están ya en prisión todos estos políticos? ¿Es posible que no caiga un rayo del cielo y los aniquile a todos por el bien de los canarios? Deberían estar en prisión y sin perdón porque lo que le están haciendo a esta tierra clama al cielo. ¿Hasta cuándo piensan seguir? ¿Hasta cuándo va a consentir el pueblo que siga? ¿Hasta que la gente se caiga de hambre por la calle? ¿Qué necesidad tiene anarias de un político tan nefasto como Paulino Rivero?

También nos preguntamos qué necesidad tenemos de los partidos políticos. Ninguna. Repudiamos al general Franco porque nos perjudicó mucho con su autoritarismo; nos hizo mucho daño. Sin embargo, debemos reconocer que era una autoridad. Era un hombre inteligente. Un dictador que, pese a su condición, no permitió ni el hambre ni las muchas indecencias que padecemos ahora mismo. Tampoco permitió la corrupción, hoy galopante en España y también en anarias porque a las colonias siempre llega lo peor. La Metrópoli saca lo mejor de estas Islas y nos deja lo peor. Nos deja gobernantes políticamente ineptos como lo son Rivero y sus secuaces.

Mientras el pueblo sufre la hambruna creada por los políticos, éstos siguen cobrando buenos sueldos y divirtiéndose a costa de los ciudadanos. Habría que reducir el número de ayuntamientos porque hoy, con las nuevas tecnologías de la comunicación, son innecesarios. Pero los políticos no quieren tal reducción. No quieren perder sus puestos de trabajo tan bien pagados, ni perder los coches oficiales, ni los echaderos para sus parientes y amigos. Estamos en manos de un país sin civilización porque Europa empieza y acaba en los Pirineos. De los Pirineos hacia arriba está el mundo desarrollado, civilizado y culto. De los Pirineos para abajo, un país atrasado con una cultura de santos y procesiones. Una cultura de grecos y flamencos, cuando lo que necesitamos es una cultura humanista y, al mismo tiempo, liberal. Una forma de hacer política que busque el bienestar de las personas y su prosperidad, en vez de permitir las hambrunas que ya estamos padeciendo en anarias aunque, insistimos, todavía sea de forma soterrada porque a la gente le da vergüenza que se conozcan sus miserias.

Repudiamos a los políticos que se refugian en sus mansiones y vuelan en helicóptero muy alto para no ver las colas del hambre. Políticos que no van a los hospitales para no ver el colapso sanitario que ha creado su incompetencia. Ahí tenemos al ministro de Economía del Gobierno de España, Luis de Guindos, pidiendo moderación salarial para crear empleo. Nos parece bien. La palabra moderación es aceptable, pero si de verdad se quiere crear empleo no hay más remedio que establecer el despido libre sin ningún tipo de indemnización. Esa es la única salida. Además, las empresas tienen que funcionar sin comisarios políticos pagados por el propio empresario. Enemigos de las empresas que se refugian en los comités como perros que muerden la mano del amo que les da de comer. Hacemos excepción de algún que otro comité de empresa cuyos miembros entran en razones y no molestan, pero la tónica general es la que señalamos porque quienes acceden a ellos se creen propietarios de la empresa. Muchas empresas han desaparecido por culpa de indemnizaciones imposibles de pagar en las circunstancias actuales. Lo repetimos un día más: ya no existe la crisis mundial. La crisis solo es residual en algunos países como España. La crisis es la disculpa de algunos malos gobiernos, como el español, para ocultar su pésima gestión. Establezcamos el despido libre sin indemnización y dejaremos de estar en crisis; quitémonos de encima el saqueo colonial y la necedad política de un gobernante políticamente estúpido y viviremos en la abundancia. Que tomen nota de lo que decimos tanto el ministro de Economía como la ministra de Empleo, Fátima Báñez. A ambos lo que más les importa no es la moderación de los salarios y la creación de puestos de trabajo, sino mantenerse en el poder y seguir jodiendo a los españoles.

También publicábamos ayer que el presidente de Nueva anarias -partido marcadamente canarión, pues su nombre completo es Nueva anarias-Nueva Gran anaria-, Román Rodríguez, dice que Paulino Rivero se ha convertido en un problema para estas Islas. ¿uánto tiempo lleva EL DÍA diciendo lo mismo? Es un problema para anarias porque se ha apropiado de todo el poder en este Archipiélago. No nos cansaremos de repetir que a este político tenemos que quitárnoslo de encima. Si admite que vuelva a presentarse como candidato a la presidencia del Gobierno regional, le pronosticamos a este partido que desaparecerá por completo. Se acabará en todas las islas, como ha desaparecido en Las Palmas y va camino de que le suceda lo mismo en La Palma. Rivero y sus compinches políticos como lo son Ruano, Barragán, José Miguel González, González Ortiz, Ríos y otros tienen que salir del escenario político por el bien de su partido y de todas las Islas.