Seguimos asombrados con el derroche de los ayuntamientos. Esto es propio de un país poco civilizado. De un país que no es europeo. Nos gustaría que Europa comenzase en el sur de la Península ibérica y no en los Pirineos, pero la realidad es la que es: España continúa siendo un país sin civilización despreciado o menospreciado por Europa. A Rajoy lo admiten en los foros europeos porque no les queda más remedio, aunque no lo hacen de buena gana porque no está a la altura de los políticos de los países que conforman la UE. Peor era el caso de Zapatero. Estamos colonialmente en manos de políticos que no saben lo que se traen entre manos porque ni siquiera el roce con sus colegas europeos les ha servido para mejorar. En el caso de Canarias, el presidente del Gobierno autonómico nos avergüenza cada vez que abre la boca en Madrid o en Bruselas porque es un analfabeto político que ni siquiera sabe hablar. Los gobernantes españoles están desprestigiados en la culta Europa porque sus planteamientos son propios de la Edad Media.

Una prueba del atraso de España lo tenemos en la existencia de miles de ayuntamientos innecesarios. Nunca hemos hablado de suprimir municipios, pero sí de eliminar las corporaciones locales que solo sirven para que muchísimos concejales ociosos cobren un sueldo por no hacer nada. En el caso de Tenerife, insistimos en que sobran todos los ayuntamientos porque el Cabildo está capacitado para asumir la gestión de la Isla. Una administración local de esa magnitud es un cáncer para la economía de cualquier país, y mucho más para la raquítica economía española. España le contagia su crisis a Canarias porque, desgraciadamente, continuamos siendo una vil colonia española.

¿Hasta cuándo seguiremos colonizados? Pues, hasta que CC empiece a comportarse como un partido auténticamente nacionalista y desautorice a quienes, como la señora Oramas, se niegan a pedir la independencia de su tierra. En este punto queremos llamar la atención del lector sobre el artículo publicado ayer por Juan Jesús Ayala en EL DÍA con el título "Nacionalismo, independentismo, soberanismo". Un texto que asumimos plenamente pues parece elaborado por nosotros. "El nacionalismo tiene un objetivo concreto, que es la construcción de un pueblo como nación y que esta se dote con los ropajes institucionales de un estado, lo que será realidad cuando se obtenga la independencia", dice acertadamente Juan Jesús Ayala. "Independencia y nacionalismo no pueden separarse. Pueblos hay donde, bien por la vía del plebiscito, por la violencia o porque hay un acuerdo cívico entre el país tutor y el tutelado, se consolida un nuevo tratado de convivencia".

Amén. Pero la teoría no es suficiente. Juan Jesús Ayala ostenta un cargo significativo en el Partido Nacionalista Canario, que a su vez apoya a CC. ¿Por qué no utiliza su influencia para que CC opte por la independencia, que es lo que le corresponde hacer como formación nacionalista? Es más: si no se encaminan decididamente a conseguir la libertad de esta tierra, CC está condenada a desaparecer. Un nacionalismo que no propugne la libertad no es un nacionalismo auténtico.

Por otra parte, no nos valen las propuestas de federalismo con el Estado español. Lo que queremos es la independencia de Canarias. La libertad absoluta de los canarios para administrar sus recursos. No obstante, si se optara por un federalismo como etapa transitoria, tendría que cesar inmediatamente el saqueo de la Hacienda española en estas Islas. Lo primero sería suprimir de forma inmediata el impuesto sobre el patrimonio. e dijo que solo se iba a cobrar en 2011, pero el hecho es que se sigue recaudando. Del IRPF mejor no hablar. Es un crimen que España se siga mamando lo que tanto les cuesta ganar a los canarios.

"Un nacionalista que así se considere y manifieste que no está por la independencia de los pueblos que han sido atorrollados por motivaciones históricas y maridajes impuestos no puede titularse nacionalista", añade Juan Jesús Ayala. "Independencia y nacionalismo transitan cogidos de la mano. e puede entender, efectivamente, que todo proceso tiene su tiempo, y que este culmina cuando existe una colectividad mayoritaria que establece compartir una cultura, un futuro común y que tiene todo el derecho a autodeterminarse".

Totalmente de acuerdo, aunque en Canarias no hace falta un referéndum de autodeterminación porque estas Islas ya eran independientes cuando llegaron sus invasores.