Hace falta tener caradura política para decir, como lo ha hecho Paulino Rivero el pasado fin de semana en su blog, que "las cosas en las Islas van mejor que en el resto del Estado". ¿No se ha enterado este hombre que tenemos diez puntos porcentuales más de desempleo que el país que nos coloniza y rapiña nuestros recursos? Solo un cínico, políticamente hablando, puede decir que "el Archipiélago se acerca con paso firme hacia una recuperación económica y social" sin inmutarse; sin sonrojarse y sin que le tiemble la voz de vergüenza, aunque poco recato podemos esperar de un político desvergonzado. Nos referimos a él como político, lo reiteramos una vez más, y nunca como persona porque en su vida privada no entramos.

No contento con falsearañade el presidente del Gobierno autonómico que "las cosas van mejor en las Islas debido a que hay otra forma de afrontar la crisis basada en la justicia social que está empezando a dar resultados". ¿Qué justicia social y qué resultados?, nos preguntamos estupefactos. No se puede hablar de justicia social cuando miles de familias tienen que hacer cola ante las organizaciones caritativas para comer. No es justo que cerca de 90.000 canarios, según cifras de los sindicatos, aguarden en las listas de espera sanitarias. No es justo que nuestros jóvenes deban emigrar, al igual que lo hicieron sus antepasados, porque en su tierra no encuentran -rememoramos al poeta- el pan que los alimenta y la casa en la que habitan. No se puede hablar de una sociedad justa cuando Rivero, el gran causante junto con el colonialismo de las desgracias de este Archipiélago, vive en una mansión y vuela en helicóptero mientras muchísimos canarios han sido desahuciados de sus viviendas porque no pueden pagar la hipoteca. ¿Qué justicia social y qué progreso puede haber en un país colonizado, cuando la colonización siempre ha sido una esclavitud manifiesta?

Lo peor no es que llevemos casi seis siglos colonizados y esquilmados por los españoles. Lo peor es que, si no nos quitamos de encima a Paulino Rivero y a su camarilla política, vamos a seguir así indefinidamente pues no en vano afirma este político inepto como gobernante que continuará "apostando claramente por la colaboración y el entendimiento con el Estado, en un diálogo que es y seguirá siendo fluido y leal". ¿Diálogo fluido y leal con quienes nos someten para apoderarse de nuestras riquezas? Este hombre está afectado por el síndrome de Estocolmo; esa simpatía, absurda pero habitual, que sienten los secuestrados hacia sus captores. Lo único digno y sensato que puede decirle un nacionalista a los políticos de Madrid es que Canarias quiere su libertad. Cualquier otra postura no nos sirve porque no hay más salida, lo repetimos un día más, que la independencia.

"Ni puede ni debe hablarse de recuperación si la recuperación económica no va acompañada de la recuperación social", reitera Paulino Rivero en su blog. Lo propio hubiese sido escribir que jamás podrá hablarse de recuperación mientras sigamos dependiendo para todo de un país situado en otro continente y también mientras sigamos en manos de un presidente regional que no acierta porque no sabe. Si el Gobierno de Canarias defiende la sanidad y la educación contra viento y marea, como manifiesta Rivero, ¿por qué seguimos teniendo esas interminables listas de espera para recibir atención hospitalaria y unos índices tan elevados de fracaso escolar?

Mentiras para que sigamos aplatanados como pueblo. Para que sigamos narcotizados e inertes a las auténticas y grandes injusticias que padecemos, la primera de ellas ser el único país de África que sigue colonizado. Qué desilusión sentimos al ver cómo Cataluña y Vasconia avanzan con paso firme hacia su libertad mientras que en Canarias no tenemos otro horizonte a la vista, si no abandonamos a esa desidia que acabamos de mencionar, que la dependencia de Madrid y el saqueo continuo -ya estamos en la campaña de recaudación del IRPF- del fruto de nuestro trabajo. España no solo nos priva de la libertad que nos corresponde como pueblo. También nos impone sus injustas leyes laborales y fiscales. Una normativa que supone la ruina para miles de empresas, con lo que ello conlleva de más paro y más miseria.

No nos sirven los falsos nacionalistas de CC. Lo repetimos una vez más: este partido debe quitarse de encima a Rivero, a Mena y a varios más si no quiere desaparecer en las elecciones del próximo año. Como sigan así no van a sacar ni un voto. ¿Quién va a votar por Paulino Rivero, en el caso impensable y desastroso de que repita como candidato, después de que ha demostrado su incapacidad política para resolver uno solo de los problemas de estas Islas? ¿No comprenden los responsables de esta formación política que Rivero está acabando con estas Islas y con su propio partido?

Estamos en manos de políticos que no nos gustan, tanto si son españoles como si son canarios. El Gobierno presidido por Mariano Rajoy no debería tener potestad sobre los canarios porque los habitantes de estas Islas no somos españoles. No lo hemos sido nunca. Hemos dejado claro en innumerables ocasiones que somos españoles y europeos a la fuerza. No obstante, hemos confiado en el Gobierno del PP porque es un partido de orden, de eficacia y de decencia, pero desconfiamos de Cristóbal Montoro porque está arruinando a los españoles con impuestos abusivos. A estas alturas no debería afectarnos lo que hiciese el ministro de Hacienda de España, pero nos afecta porque seguimos colonizados. Somos esclavos administrativos de la Metrópoli aunque no quieran reconocerlo los españolistas que pululan por estas islas.

Malo también lo es y lo será el Ejecutivo autonómico canario mientras esté presidido por Paulino Rivero. Se nos pone la piel de gallina cuando oímos hablar de sus intenciones de perpetuarse. ¿Serán capaces los dirigentes de CC de permitir semejante despropósito? No porque lo diga Paulino Rivero va a salir Canarias de la crisis en la que está inmersa. No podemos salir de la crisis mientras continúe la ineptitud política y mientras siga existiendo tanta animadversión hacia el trabajo tanto en nuestras islas como en España. Tampoco es sensato perpetuar una legislación laboral que les impide a los empresarios despedir al personal que ya no necesitan, porque la actividad ha venido a menos, sin arruinarse y verse obligados al cierre.

Cataluña se encuentra ya al borde de su independencia. ¿Cuándo vamos los canarios a seguir los mismos pasos que los catalanes? ¿Cuándo van a dejar de estar arrinconados y amordazados los partidos patrióticos? ¿Cuándo van a tener voz en CC los auténticos nacionalistas? ¿Permitirá el pueblo canario que Cataluña y el País Vasco se independicen de España sin que estas Islas logren su libertad, aunque tenemos más motivos para la independencia, por la distancia geográfica, que las naciones peninsulares?

Te lo decimos una vez más, canario: tienes en tus manos librarte de las cadenas coloniales. Sal a la calle. Pacíficamente, pero sal a manifestarte contra quienes se apoderan del fruto de tu trabajo. No permitas que te sigan explotando tus amos coloniales ni te sigan gobernando unos políticos que te han arruinado hasta dejarte en la indigencia. No permitas que te sigan diciendo que eres español porque eres canario, y a mucha honra.