Una llamada telefónica de José Peraza Hernández fue la que me informó de la muerte de nuestro estimado amigo don José Rodríguez Ramírez, editor y director del periódico EL DÍA y presidente del Grupo de Comunicación EL DÍA.

Tenía 88 años de edad. Era una excelente persona. Fueron muchas las veces que hablamos en su despacho, su talante servicial y humano no tenía límites. Fue fiel a su isla y a Canarias. Por consiguiente, Canarias ha perdido a un gran periodista, pese a las críticas vertidas por algunos de mi pueblo sobre don José Rodríguez por una emisora de Radio Local. Incluso un tal señor se atrevió a decir que la placa que lleva su nombre en este municipio, a los pocos minutos de haber sido colocada, la quitaron. Aquí miente rotundamente, porque, según versiones de un vecino, que justamente tiene una vivienda y vive encima, dijo que la mencionada placa la vio a las tres de la madrugada de ese sábado. Por consiguiente, se están diciendo cosas que no son realidad. Pero es verdad que la quitaron y el alcalde actuó en consecuencia y el lunes siguiente ya la placa estaba nuevamente colocada en su lugar.

Por otra parte, tal señor comentó que el pregón pronunciado por don José Rodríguez lo había escrito otra persona. Y yo me pregunto, ¿lo puede usted afirmar?

En fin, quiero desde estas páginas unirme al dolor de su distinguida familia y animarles a orar por su alma. Porque las flores en su tumba se marchitan, las lágrimas se evaporan, pero las oraciones son el mejor regalo que le podemos hacer a un hombre abierto al diálogo, a defender a su isla y a Canarias.

Su brillante currículum y los reconocimientos que recibió mientras vivió y dirigió su periódico lo dicen todo.

En un mensaje recibido en mi teléfono, el primer teniente de alcalde de Los Realejos, Adolfo González y Pérez Siverio, dice así: "Le hemos enviado una carta de reconocimiento a su familia y una corona de flores en nombre de todos los realejeros por su amor a este pueblo".

Personalmente opino que era un hombre correcto y que defendió a su terruño. No todos pensamos de la misma manera, pero el pueblo de Los Realejos le tiene que estar muy agradecido de su conducta y el amor que siempre sintió por la tierra en la que Viera y Clavijo vino al mundo.

Y como bien dice el refrán, "el hombre bien nacido siempre debe de estar agradecido".

Yo creo que las puertas de EL DÍA siempre han estado abiertas para quienes llegaban a su redacción.

Por televisión hemos visto las nuestras de afecto de Cristina Tavío, del alcalde de Santa Cruz, José Manuel Bermúdez, del vicepresidente del Cabildo, Aurelio Abreu, menos la del presidente del Gobierno de Canarias.

Reitero en nombre de José Peraza Hernández, también el del padre Siverio, y en el mío propio y el de toda mi familia, mi más hondo pesar por la pérdida de un hombre que amó y defendió a nuestras islas hasta el último minuto de su vida.

Creo, para terminar, que de los cobardes nada se ha escrito, de los valientes, como don José Rodríguez Ramírez, sí. Y nunca será olvidado.

Para Mercedes, José Esteban y demás miembros de la familia reiterarles nuestro más hondo pesar y que Dios lo tenga descansando entre sus elegidos.