José Agustín Herrera Ramos, Pepe, como lo conoce todo el mundo, preside la Asociación de Vecinos Santiago Apóstol en el barrio de Salud Alto. Pepe es un vecino entregado a una causa: Salud Alto. La defensa numantina de su barrio lo hace incómodo para los responsables municipales, porque no tiene pelos en la lengua. Pepe lleva casi veinte años dedicado al movimiento vecinal y preside la asociación de vecinos desde hace una década. Desde su experiencia, afirma que "cuando se solicita cualquier mejora al ayuntamiento, el peor inconveniente es el tiempo de respuesta. Además de las actuaciones del Plan de Barrios, la zona necesita aún algunas otras obras". Defiende el Plan pero afirma que "quedaron aspectos por mejorar, como la inacabada Vía de Cornisa, el arreglo de las fachadas de las 108 Viviendas, que prometieron en la campaña electoral y luego se olvidaron, la absoluta falta de mantenimiento del jardín justo en frente de la sede de la asociación, que incluye un parque infantil, cuyo césped no se ha podado desde que se plantó, y la sustitución de algunas losetas desprendidas, que aún no se han repuesto". El presidente de Santiago Apóstol resaltó positivamente "el empedrado de los muros, porque aporta calidad al barrio, y los accesos, no sólo a los bloques de viviendas, sino a los espacios públicos, así como los nuevos pasillos peatonales y las zonas ajardinadas", pero insiste en que "se siga apoyando al barrio de Salud Alto y que se haga un seguimiento exhaustivo del Plan, para que no se pierda la inversión realizada".

Pepe es un luchador nato y un líder vecinal justo e independiente, que reconoce cuando las cosas se hacen bien; pero denuncia las carencias, la falta de mantenimiento. Lleva años luchando con una maldita enfermedad que lo ha hecho pasar varias veces por el quirófano, pero siempre ha salido airoso, y sigue peleándose con el mismo ánimo con el ayuntamiento para que se ocupe más de su barrio, Salud Alto. Por eso, sus vecinos le quieren y respetan. Los concejales le temen, porque saben que tiene razón cuando reclama más atención para uno de los barrios más populosos de la capital.

Conozco a Pepe desde hace años y cada día lo admiro más. Es uno de los mejores ejemplos del movimiento vecinal chicharrero actual, apóstol de su barrio, heredero de aquellos hombres y mujeres que durante la transición se echaron la ciudad sobre sus hombros y la sacaron "palante".

Ellos transmitieron al primer alcalde democrático de Santa Cruz de Tenerife, Manuel Hermoso, su cariño por los barrios y la necesidad de dotarlos de los mismos servicios que el centro. Algo que Pepe echa en falta hoy. Yo también. Quizá porque los sucesores políticos de Manuel Hermoso no bebieron directamente de la fuente de aquel movimiento vecinal y se olvidaron de quién los puso ahí. Líderes como Pepe hacen una labor social impagable, de manera altruista, por el simple y profundo amor a su barrio y a sus vecinos, algo que deberían copiar muchos de los actuales políticos municipales.

He aprendido a querer aún más a Santa Cruz por personas como Pepe y su inseparable mujer, Amparo, a los que he conocido personalmente durante las visitas del CCN a los 81 barrios de Santa Cruz. Si soy alcalde en 2015, yo también seré como Pepe.

*Abogado, Economista, MBA, Candidato a la Alcaldía de S.C. de Tenerife en 2015, por el CCN Diputado Autonómico y Presidente de la Comisión de Asuntos Sociales del Parlamento de Canarias @ignaciogonsan