"Yo nunca había vivido nada igual. Jamás había visto el mar tan malo. Me asusté tanto que, con una ola muy grande, hasta salí corriendo. Fue algo impresionante". Quien huyó para ponerse a salvo de la última y más destructiva subida del mar que se recuerda en el populoso barrio de pescadores de San Andrés, en Santa Cruz de Tenerife, el 29 de agosto de 2011, fue una joven de 79 años, Francisca Melián, que preside la Asociación de Mayores de San Andrés de Anaga. Una histórica y reivindicativa dirigente vecinal, que lleva toda una vida luchando por su barrio, San Andrés. La popular Kika, como la conoce todo el mundo, declaró, tras la catástrofe, al periódico tinerfeño EL DÍA, que nunca podría olvidar lo que pasó. Los que sí se olvidaron enseguida fueron algunos políticos, porque tres años después, los vecinos de este barrio de Santa Cruz de Tenerife siguen jugándose la vida diariamente, expuestos a una nueva y quizá esta vez mortal crecida de una indómita mar, que reclama lo que fue suyo. La temeraria negligencia de las administraciones públicas, supuestamente competentes aunque, en la práctica, flagrantemente incompetentes, enfrascadas en la innoble y común actividad de pasarse la pelota, ha impedido que ni tan siquiera haya comenzado la construcción de la imprescindible y urgente escollera de San Andrés. El ayuntamiento le echa la culpa al Ministerio. El Ministerio, a la Autoridad Portuaria, que curiosamente depende de él. La Autoridad Portuaria, al lío del concurso del muelle deportivo de San Andrés, adjudicado a Forum Filatélico y paralizado tras su intervención judicial. El ayuntamiento, a todos, al Ministerio, a la Autoridad Portuaria y al lío judicial, pero no hace nada. El presidente de la Autoridad Portuaria, Pedro Rodríguez Zaragoza, me confesó en 2007 que tenía una partida de seis millones de euros en sus presupuestos para la escollera de San Andrés y que la acometería por la vía de urgencia, por motivos de seguridad. Después de aquella conversación, pasó lo de 2011 y la escollera sigue aún hoy sin empezarse. ¿A qué están esperando? ¿A qué pase una desgracia? Le pido al Alcalde de Santa Cruz de Tenerife, José Manuel Bermúdez, que asuma su responsabilidad y declare la emergencia, antes de que pase una desgracia, y acometa la obra él, si no lo hace la Autoridad Portuaria, y le pase la factura. Kika y el resto de los vecinos y vecinas de San Andrés tienen miedo. Duermen despiertos, oyendo acercarse una mar que conocen bien y saben demasiadas veces traicionera. El ayuntamiento y la Autoridad Portuaria deben prestarles mucha más atención. Si no lo hacen ellos, lo haré yo, a partir de las próximas elecciones municipales, en 2015, si soy alcalde, ya que será mi principal propuesta electoral para este barrio, que fue municipio hasta 1850 y que se siente hoy abandonado, y con razón.

candidato a la Alcaldía de Santa Cruz de Tenerife en 2015, por el CCN.

Presidente de la Comisión de Asuntos Sociales del Parlamento de Canarias

@ignaciogonsan