Dice Asier Antona, secretario general del Partido Popular en Canarias, que votar por los nacionalistas en las elecciones europeas es tirar el voto. Estamos de acuerdo con él. Es inútil seguir optando por esta formación política mientras Paulino Rivero sea su presidente. Lo es no solo en las elecciones del próximo domingo, sino también en las autonómicas que se celebrarán dentro de un año. Mientras CC no cambie de rumbo, mientras sus dirigentes no decidan comportarse como los nacionalistas que dicen que son, votar por ellos es tan inútil como echar agua al mar. Tampoco tiene ninguna utilidad para los canarios optar por el PP o el PSOE, ya que estos partidos estatistas defienden nuestra dependencia colonial.

La decrepitud política de Paulino Rivero es manifiesta. Aunque su gestión hubiese sido buena -nada más lejos de la realidad-, no tiene sentido que vuelva a presentarse para presidir el Gobierno de Canarias porque un tercer mandato es algo completamente descartado en los países democráticos. Nos aventuramos a predecir que semejante disparate tampoco será posible en Canarias cuando estas Islas alcancen el estatus de nación soberana. El Poder termina corrompiendo a quienes lo ejercen, aunque hayan llegado a él por una vía democrática. Por eso se limita su permanencia en él en cualquier país civilizado.

Canarias necesita políticos, no burócratas. Necesita que al frente de sus instituciones estén hombres y mujeres -lo hemos dicho muchas veces- con las manos limpias y la cabeza bien ordenada. A estas Islas les sobran nacionalistas falsos y políticamente bolsilleros. Nos llegan mensajes agoreros sobre el complicado futuro que nos aguarda si seguimos atacando al presidente del Gobierno autónomo en vez de cantar sus alabanzas como hacen otros medios de comunicación. EL ÍA no ataca a nadie; simplemente cuenta la verdad y realiza una crítica política que a veces es áspera, e incluso dura, pero que no pasa de ahí porque la libertad para informar y opinar es un derecho recogido en la Constitución española. Una Constitución que no reconocemos como nuestra porque está hecha por los españoles y es para los españoles, mientras que nosotros somos canarios, pero que debemos acatar por el famoso imperativo legal mientras no seamos un país independiente.

Vivimos en una época caracterizada por el adoctrinamiento de las masas. Siembre ha existido este fenómeno, pero jamás tuvo en el pasado la virulencia actual. Los españoles han tenido casi seis siglos para lavarnos el cerebro. Nos han hecho creer que somos españoles y, peor aún, que no podríamos subsistir como nación independiente sin la férrea dependencia de España que sufrimos en la actualidad. Falso; absolutamente falso, pese a que siguen entre nosotros bastantes españolistas, amantes de la españolidad y leales a España que no están de acuerdo con la defensa que hacemos de Canarias. Individuos que se regocijan -al menos eso es lo que parece- con la esclavitud impuesta al noble pueblo que habita esta tierra. Frente a esta gran mentira, la ignominiosa verdad es que seguimos colonizados.

Nuestra mayor vergüenza como pueblo es seguir comportándonos como si no ocurriese nada; como si fuese normal que en pleno siglo XXI un país en el que habitan más de dos millones de personas esté en manos de unos políticos foráneos que deciden sobre vidas y haciendas. Políticos como el ministro de Economía del Gobierno de España, Luis de Guindos, que acaba de decir que en el asunto de las prospecciones petrolíferas en aguas próximas a Canarias solo se está estudiando la existencia de hidrocarburos, lo cual no perjudica a estas Islas. El simple hecho de que no podamos decidir si se realizan los sondeos o no ya nos perjudica porque, en el supuesto de que haya petróleo, los beneficios obtenidos con su extracción no serían para Canarias sino para una empresa española.

No podemos seguir en manos de gobernantes a los que les falta cultura política. Cometerá CC un grave error si permite que Paulino Rivero vuelva a ser candidato. No tememos el daño que le pueda hacer a esta Casa, porque ya nos ha perjudicado cuanto podía hacerlo. Lo que nos alarma es el quebranto irreparable que le ocasionaría a estas Islas su permanencia al frente del Gobierno regional. os legislaturas presididas por este hombre han dejado al pueblo canario empobrecido y hambriento. Tenemos un diez por ciento más de desempleo que España; un país que se caracteriza en la UE por un paro descomunal. Tenemos colas del hambre y unas listas de espera sanitaria que son propias de las naciones subdesarrolladas. ¿A qué espera CC para quitarse a Paulino Rivero de encima? ¿A que la recuperación económica del Archipiélago sea una tarea imposible?

Es un crimen que nuestros jóvenes tengan que emigrar no para completar sus estudios, lo cual es normal y beneficioso, sino para encontrar un puesto de trabajo que les permita llevar un salario a su casa. La culpa de esta situación -no nos cansamos de repetirlo- la tiene el colonialismo. e eso no hay duda. Sin embargo, no menos culpables son aquellos que no hacen nada para evitar que la Hacienda española continúe expoliando nuestros recursos. El expolio fiscal que sufre también Cataluña le ha dado a esa nación, igualmente sometida por España, el argumento definitivo para ponerse en marcha y no parar hasta conseguir su independencia. Y si Cataluña va a separarse de España aun formando parte de la Península ibérica, ¿por qué razón han de seguir unidas a España unas Islas situadas a 1.400 kilómetros de las costas de este país? Un Archipiélago, para más inri, al que apenas separan cien kilómetros de Marruecos.

El reino alauita ambiciona Canarias. En sus mapas, nuestras Islas aparecen con el mismo color que Marruecos. Tenemos en nuestro poder mapas marroquíes de carreteras en los que se incluye Canarias como si fuesen parte del territorio de este país. Sería trágico para nosotros librarnos de la dependencia de España para caer en manos de Marruecos; un estado africano con el que deseamos llevarnos bien en una relación de igual a igual, pero no de dependencia como la que tenemos actualmente con España.

efienden los políticos de CC la "Europa de los pueblos" frente a la actual Europa de los estados. Nos parece bien pero, ¿qué hacen los nacionalistas isleños para que los canarios formen parte de Europa con su propia identidad? Geográficamente estamos en África, pero nuestra cultura es europea. Eso es lo que cuenta. Una Europa que nos puede perjudicar mucho si Marruecos logra firmar un tratado de libre comercio con los países comunitarios. Nuestra agricultura, muy castigada en los últimos años, recibiría el puyazo definitivo.

Yerran gravemente quienes piensan que podemos recibir ayuda de Madrid en esta situación. Los políticos españoles únicamente piensan en sus intereses. Ahora lo que les conviene es llevarse bien con las autoridades de Rabat para controla la presión migratoria sobre Ceuta y Melilla. Hoy por hoy, Marruecos y España son países aliados porque junto con esa necesidad española de ayuda para cerrar su frontera sur, está la conveniencia marroquí de que sus productos agrícolas transiten con facilidad por las carreteras españolas camino de los mercados europeos antes mencionados. Llegado el caso de tener que abandonar estas Islas, España nos dejará tirados como hizo con los saharauis en 1975 al abandonar el Sahara. e la noche a la mañana dejaríamos de ser súbditos del Rey Juan Carlos para serlo de Mohamed VI. Saldríamos del fuego para caer en las brasas.