Lamenta Coalición Canaria que 40.000 isleños hayan salido del Archipiélago con destino a Europa desde que comenzó la crisis. Canarios que buscan en otros países el empleo que les resulta imposible encontrar en el suyo propio. En este punto, y antes de seguir, queremos preguntarnos una vez más qué hace el Gobierno de Paulino Rivero -un Gabinete sustentado por CC y también por el PSOE- para corregir esta situación. ¿Qué ha sido de todos los planes de empleos anunciados por el presidente del Ejecutivo regional?

Quiere CC impulsar las medidas necesarias para atender, apoyar y defender los intereses específicos de estos compatriotas nuestros obligados a emigrar. Una loable intención. Sin embargo, las buenas intenciones no sirven para nada si no se ponen en práctica. Siempre se ha dicho que el camino que conduce al infierno está empedrado con ellas. La primera buena intención de CC y de su presidente, que también lidera el Gobierno regional, sería decir abiertamente que estamos en esta situación porque los recursos de Canarias los recauda España. Una queja que también enarbolan los nacionalistas catalanes para conseguir la independencia de Cataluña. Pese a ello, aprovecha Paulino Rivero cualquier oportunidad para confirmar su lealtad a España. La última ha sido el lunes de esta semana en declaraciones a un diario español, en las que pone de manifiesto una vez más que no comparte las posturas independentistas de CiU y PNV, pese a que CC va en la misma candidatura de estos partidos a las elecciones europeas. Nacionalista sí, pero defensor de la libertad de su tierra, no. ¿Qué nacionalistas son los que no quieren la independencia del país que los vio nacer? "Tenemos cosas que nos identifican con CiU y PNV, pero otras muchas que nos diferencian, como el asunto de la independencia", ha dicho Rivero a ese diario español. Les basta y les sobra a los nacionalistas que forman su camarilla política con que estas Islas tengan un estatus diferenciado en la UE. Para cualquiera de ellos es suficiente con que nos consideren una región ultraperiférica. Estamos situados en una estratégica posición entre tres continentes, pero nos contentamos con que nos califiquen como ultraperiféricos europeos. ¿Podemos darle nuestro voto a esta gente?

"La corrupción del Sur, ante la Audiencia", publicábamos en nuestra primera página de ayer. "El caso Arona 1, el mayor en cuanto a corrupción del sur de Tenerife y uno de los más importantes de la Isla, ya está en la Audiencia Provincial, que pronto fijará fecha para iniciar el juicio a 17 acusados y cuatro imputados, entre los que se encuentra un exalcalde". Los jueces y fiscales han de perseguir la corrupción susceptible de ser castigada penalmente. No obstante, existe otra corrupción que no contempla el Código Penal: la corrupción política y moral de una sociedad adocenada hasta tal extremo, que ya da por bueno todo aunque se trate de las mayores infamias. Es una infamia política y moral que el Gobierno de Canarias actúe como si no pasara nada, como si ya hubiésemos dejado atrás la crisis a la vista de unas irrisorias mejoras en los dantescos datos del paro. No es así. Nada menos que 900 comercios han cerrado en Santa Cruz desde el inicio de la crisis. Miles de puestos de trabajo difíciles de recuperar. Se hunde uno de los sectores importantes en nuestra economía. Se hunde porque ya no existe diferencia de precios entre Canarias y la Península. A ningún turista le resulta rentable hoy en día comprar en nuestras tiendas, cosa que sí ocurría en el pasado. Se nos cae el alma a los pies cuando paseamos por céntricas calles comerciales y vemos tantas tiendas cerradas y con el letrero "se alquila" o "se vende".

¿No ve lo que está sucediendo Paulino Rivero? ¿No lo ve Ángela Mena, concejala del Ayuntamiento de Santa Cruz? ¿Por qué no dimite esta señora si toda la oposición la ha declarado inepta para desempeñar el cargo que ocupa? ¿Cuándo la va a destituir el alcalde José Manuel Bermúdez?

Mal gobernados, esquilmados y hasta despreciados como pueblo, pese a que tenemos cualidades para sentirnos muy orgullosos de lo que somos: canarios de las Islas Canarias. Ciudadanos de su propio país -aunque sea actualmente un país sin estado- deseosos de vivir con libertad, dignidad e identidad.