¿Recuerdan ustedes con cuánto bombo y platillo se recibió hace un par de meses la plataforma petrolífera que desde entonces está atracada en el Dique Este del puerto de Santa Cruz? Si no se acuerdan da igual porque enseguida les refresco la memoria. La plataforma, denominada "Sedco 710", arribó el 13 de marzo. Durante dos semanas largas hubo que mantenerla en su lugar de atraque con la ayuda de dos remolcadores -las 24 horas del día- porque se habían roto las defensas y resultaba imprescindible repararlas. Detalles técnicos que aparco de momento porque lo esencial era el gran beneficio, tanto para el puerto como para la ciudad, que iba a generar este artefacto.

El propio alcalde, José Manuel Bermúdez, destacó la importancia de que plataformas como esa realicen trabajos de mantenimiento en Tenerife. En el caso concreto de la "Sedco 710", sus 130 tripulantes estarían hospedados en hoteles santacruceros durante tres meses con los beneficios que ello supondría para la ciudad ya que, además de dormir, toda esa gente tendría que comer y, si se aburrían, a lo mejor hasta salían de compras -o de copas- y retrasaban un mes el cierre de otras cuantas tiendas. Quien no dijo nada directamente fue el presidente de la Autoridad Portuaria, Pedro Rodríguez Zaragoza, porque él siempre ha considerado, ¿cómo decirlo?, ¿un plus de distinción?, no prodigarse en declaraciones a los medios.

Una perfecta venta de moto sin ruedas. Para empezar, los trabajos de reconstrucción de las defensas los realizó íntegramente una empresa de Las Palmas. Trajeron todo desde la isla redonda; hasta los bocadillos para el tentempié de media mañana. Aquí no compraron ni una tuerca. Nada de nada. Concluidas estas tareas auxiliares, ningún mantenimiento adicional se está haciendo en la "Sedco 710", esencialmente porque ha agotado su vida útil. El propietario -la empresa norteamericana Transocean- quiere venderla para desguace o para lo que desee el comprador. Los 130 tripulantes que iban a llenar tantos hoteles están desde hace tiempo en sus casas o en Belén con los pastores, que para nuestros intereses lo mismo da. En definitiva, pura chatarra que no querían en Las Palmas porque les sobraba y la enviaron a Tenerife. Esta es exactamente la misma situación de una segunda plataforma que lleva varios días dando vueltas por la bahía de Santa Cruz a la espera de que una calma chicha, poco frecuente en esta época del año, permita introducirla en la dársena de Los Llanos. Los prácticos han dicho que con viento cero o ni hablar porque, con lo angosta que es la bocana, lo más probable es que se les vaya contra el rompeolas. Cuando se consiga la hazaña quedará atracada en el muelle de ribera de la citada dársena, más o menos frente al edificio de Hacienda. No estará sola mucho tiempo porque ya está en camino una tercera, no hay dos sin tres, asimismo desechada por los canariones porque también es probable que terminen por chatarrearla a golpe de soplete en vez de repararla.

Motos no ya sin ruedas sino incluso sin motor es lo que le lleva endosando desde hace bastante tiempo la Autoridad Portuaria a esta ciudad. Por lo menos no sigan engañando a Bermúdez, pues bastante tiene el hombre encima con las encuestas que lo ponen al borde del abismo.

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