"Baleares se desmarca de Canarias en su rechazo a las prospecciones petrolíferas". Este era el titular de una noticia que adelantábamos ayer a primera hora de la tarde en nuestra edición digital. La portavoz del Gobierno balear, Nuria Riera, afirma que existen diferencias entre los proyectos de prospecciones petrolíferas planteados cerca de las costas de Baleares y los autorizados en Canarias. "El Mediterráneo es el Mediterráneo y tiene condiciones naturales distintas de las del entorno atlántico de Canarias, como las corrientes marinas", dijo la señora Riera con una inequívoca actitud de goda política.

¿Tenía o no tenía razón José Rodríguez -a quien tanto echamos de menos en esta Casa- cuando afirmaba sin medias tintas que vivimos en una colonia? ¿No es verdad que nos tratan como a negritos con la piel blanca? A negritos de la antaña infame época colonial, porque cualquier ciudadano de un país africano vive hoy en día con muchísima más dignidad que un canario. Los africanos son ciudadanos de naciones dueñas de su destino. Nosotros, no.

Hemos apoyado las prospecciones en aguas próximas a Canarias con reservas. Si existen esos hidrocarburos -petróleo y gas- y son aprovechables comercialmente, no podemos renunciar a ellos porque en estas Islas tenemos casi 400.000 parados y dependemos de un país que conjuntamente tiene casi seis millones de desempleados. Negar la posibilidad no ya de las extracciones en sí, sino incluso de las catas para conocer lo que hay bajo el lecho marino es absurdo. Sin embargo, más absurdo aún sería consentir, con esa actitud de brazos cruzados que siempre nos ha caracterizado a los isleños -eso que muchos denominan aplatanamiento-, que los beneficios del petróleo se los lleven otros, mientras nosotros corremos con los riesgos.

Hemos apoyado al PP canario, pese a que su sede regional está en Las Palmas y barre para esa isla, al igual que hace el PSOE, y hemos apoyado a José Manuel Soria, ministro de Industria, Energía y Turismo, además de líder de su partido en las Islas. De él hemos dicho que le corresponde gobernar en Canarias porque fue su formación política la que ganó las elecciones. Consideramos al señor Soria una persona preparada; un político de altura. Sin embargo, estamos inquietos porque empezamos a percibir serios incumplimientos en sus promesas con estas Islas. En concreto, el presidente del PP canario va a quedar en muy mal lugar si el Gobierno de España, del cual es ministro, prohíbe los sondeos en Baleares después de haberlos autorizado no en aguas canarias, ya que las aguas donde se buscará crudo no le pertenecen a Canarias por mucho que Zapatero se lo prometiese a Rivero, pero sí en una zona marítima próxima al Archipiélago.

"Estamos en nuestro camino, que es el de defender ante cualquier instancia y en cualquier ámbito el rechazo a las prospecciones en Baleares, al margen del proceso que se siga en Canarias", ha añadido la portavoz del Gobierno de Baleares. Al mismo tiempo su presidente, el señor Bauzá, ha sentenciado que el mejor petróleo para Baleares es el turismo. Y lo ha dicho en un acto al que asistía el presidente del Gobierno de Canarias, Paulino Rivero. Qué ocasión perdida -una más- por el presidente del Ejecutivo isleño para levantarse y denunciar que el Gobierno de España tiene en cuenta lo que dicen los catalanes, los vascos, los valencianos y hasta los baleares, pero ni se inmuta con las quejas de los canarios porque somos ciudadanos de segunda categoría. En realidad, y volvemos a los sabios planteamientos de nuestro antiguo editor, ni siquiera nos consideran españoles. Somos nativos de allende los mares a los que se les dice lo que pueden hacer y lo que no, como se hace con los niños y los adolescentes menores de edad.

Está consiguiendo José Manuel Soria hacer bueno a Paulino Rivero. Le está dando oxígeno a un político con liderazgo cuestionado dentro de su propio partido. Qué injustificable torpeza la de este ministro, máxime en un hombre inteligente como él. Qué desacierto también apostar descaradamente por las empresas de Las Palmas en detrimento de las tinerfeñas. Lo demuestran -así lo manifestábamos en nuestro comentario de ayer- las tres plataformas petrolíferas atracadas en el puerto de Santa Cruz porque no las quieren en Las Palmas. Debería reflexionar José Manuel Soria y enmendar un proceder que empieza a no gustarnos. ¡Cómo se deben estar frotando las manos en el Gobierno de Canarias!