Así, sin más, en un programa de televisión titulado "Hable con ellas",se manifestó Beatriz Montañez, una de las presentadoras del mismo, sobre el sistema de gobierno instaurado en Venezuela. La manchega de nacimiento y periodista de formación, defendió con uñas y dientes la "democracia" que existe en ese país y que, tal y como confesó en directo, "desearía que tuviéramos en España", todo ello en el transcurso de una entrevista que mantenía con el cantante Bertín Osborne.

Debo confesar que no soy seguidora de ese programa de televisión, el cual solo he visto a posteriori en dos momentos puntuales, los protagonizados por José Luis Moreno -ventrílocuo, empresario y presentador-, que terminó con su salida del plató, y la de este otro señorito andaluz, Bertín Osborne, guaperas, fuerte y algo rudo, que proviene de una de las sagas más referenciadas en el sur de España por su vinculación al mundo del toro y al sector empresarial, a lo que él ha sumado su fama de conquistador y su pasión por las rancheras. Bertín es, además, una persona luchadora, implicada en causas sociales, que se caracteriza por tener un lenguaje tosco y directo. Así las cosas, cuatro "periodistas" -para mí solo ejerce como tal Sandra Barneda- se sientan en torno al personaje e inician unos cruces y descruces de piernas en posturas que llevan al suicidio muscular, mientras preguntan -a pesar de llevar unos guiones en la mano- lo que se les va ocurriendo.

Puesto que hablamos de un entrevistado andaluz, diremos que por este palo lleno de coherencia se arrancaron las susodichas: "Oye, tú que cantabas rancheras... ¿qué piensas de Pablo Iglesias?". Y sin más dilación se pone sobre la mesa el ascenso del líder de Podemos que, honradamente, no sé qué tiene que ver con Jalisco. La supuesta defensa del régimen venezolano que hace el recién elegido eurodiputado hizo que saltara la chispa entre la manchega y Bertín. "¿Tú has estado alguna vez en Venezuela?". "Yo voy tres o cuatro veces al año y tengo media familia allí y es un basurero...", dijo el empresario ante la cara de asombro de la periodista, que iba negando con la cabeza. Beatriz Montañez intentó reconducir la situación y no se quiso meter en las condiciones de vida de los venezolanos, asegurando que cuando Iglesias "alaba a Venezuela, lo que estaba haciendo es defender su régimen democrático, que es ejemplar".

Bertín Osborne, cuya mujer es venezolana, no daba crédito a lo que oía y aseguró: "Permíteme que me descojone del sistema democrático venezolano", para rematar diciendo que "con Franco aquí también se votaba, ¿lo sabías". Montañez no se quedó atrás y contraatacó diciendo: "Te apuesto mil euros si eres capaz de decirme una frase en la que Pablo Iglesias defienda el régimen venezolano".

"No tenéis ni puta idea vosotros...", dijo Osbone mientras el resto de presentadoras intentaban rebajar el nivel de la bronca cambiando de tema. Sin embargo, ninguno de los dos dio su brazo a torcer y siguieron enquistados discutiendo. Vamos que el programa se les fue de las manos y aunque no se debe hacer leña del árbol caído, sí que desearía destacar dos frases de la periodista. La primera: "Venezuela es una democracia, otra cosa es que eso se aplique"; segunda: "Me gustaría que Pablo Iglesias estuviera viendo esto, que lo dudo". A ver, la máxima sobre Venezuela tiene mucha lógica silogística. Porque sí, pensar antes de hablar es recomendable, pero otra cosa es que eso se aplique. La otra es una declaración de principios: yo trabajo en este programa indigno de ver por el líder de Podemos. La guinda nos la puso con una recomendación del libro "Comprender Venezuela, pensar la democracia", ya que a su criterio "es fundamental documentarse sobre el tema, leer cualquier tipo de investigación concerniente a cualquier proceso democrático en desarrollo".

Sin palabras me quedo. Es cuestión, creo, de invitar a la periodista a que se documente "in situ" con los canarios que viven allí, por ejemplo, con el hambre del pueblo, las carencias sanitarias, la inseguridad, los asaltos, la corrupción...pero sobre todo, con la matanza y persecución del pensamiento en el ámbito de las universidades. Entonces, si le parece, hablaremos de democracia.