Cambio. Una palabra que parece ser el talismán de la organización socialista. Siempre el cambio. ¿A dónde hemos llegado con tanto "cambio"?

lamante secretario general del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) recién elegido en congreso extraordinario a tal fin con el 86,19% de los votos emitidos. Resulta que antes de ser elegido formalmente, y por tanto sin Comisión Ejecutiva, o sea, él y sólo él, tomó la decisión "democrática" de forzar a sus compañeros en el Parlamento Europeo a desdecirse de un pacto contraído con anterioridad y negar el apoyo al Sr. Juncker en la Eurocámara. Ni ranco.

Nuevamente, un dirigente socialista entra en escena como elefante en cacharrería. Lo hizo elipe González (lo hicimos todos los socialistas) con la confiscación de Rumasa según alcanzamos el poder con aquella extraordinaria mayoría absoluta. Asunto que luego trajo una ley de expropiación a tal fin y que supuso un pozo económico para España y una suerte de premio de lotería para algunos amiguetes de aquel poder. Lo hizo José Luis Rodríguez Zapatero derogando una ley de educación que todavía no había entrado en funcionamiento; también insultando a los EEUU al ofender a su bandera; y también derogando el Plan Hidrológico Nacional. Y todo ello, prácticamente, de forma unipersonal. Y ahora Pedro Sánchez, quien nos dice que "el PSOE está en pie de nuevo para cambiar España", se estrena con el mismo talante democrático que sus antecesores ¿Son estas las formas con que se anuncia para cambiar España?

Cambio. Una palabra que parece ser el talismán de la organización socialista. Siempre el cambio. ¿A dónde hemos llegado con tanto "cambio"? Hace algún tiempo decía el Sr. Rubalcaba (entonces secretario general) que el PSOE había vuelto. No dijo de dónde ni para ir a qué lugar. Ahora es el Sr. Sánchez quien dice lo de "el PSOE está en pie de nuevo...". ¿Es que ha estado en algún momento postrado o de rodillas? Quizás sí. Postrado ante los nacionalismos catalán y vasco. De rodillas ante la corrupción imperante de propios y extraños. Y así le está yendo a los españoles de clase media y popular. Y buena parte de esto se le debe a don José Luis Rodríguez Zapatero en tanto que secretario general que fue del PSOE y presidente del Gobierno. Y, por tanto, a la organización política en su conjunto por permitírselo. Aún hoy, como contador de nubes, me parece que es un peligro.

¿Va a ser capaz el Sr. Sánchez de enmendar aquellas planas? ¿Quiere enmendarlas? Su iniciación en toma de decisiones, como la referida respecto a la Eurocámara, no hace vislumbrar un cambio de estilo (talante lo llamaba Zapatero) a verdadero y genuinamente democrático.