Hacia cualquier lugar que dirijamos la mirada o pongamos a funcionar el pensamiento y nos dé por aterrizar en el campo de la política no tendremos otra opción que afirmar desde el convencimiento más contumaz que la política transita por espacios verdaderamente enrevesados. Y no solo la canaria, donde se pretende seguir con el atropello de las prospecciones petrolíferas, porque sí, sin encomendarse ni a la razón ni al pronunciamiento de las instituciones canarias, lo cual nos dice, en ese sentido, que la capacidad del gobierno de España para resolver o afrontar este problema es escasa o nula.

Sobre este asunto no se desarrolla política alguna. Hay que doblar la cerviz ante la multinacional Repsol, que, encima, nos está inundando de propaganda diciéndonos lo buenos que son y lo ricos que seriamos si le hiciéramos caso.

Si vamos mas allá, a Cataluña, donde se destapan cuestiones sangrantes como las que rodean al ya no Honorable Pujol, el escándalo sostenido por la incapacidad es más que evidente. Y por otro lado, el retranqueo de Artur Mas y la amenaza de Esquerra ante referéndum sí o referéndum no también es de armas tomar ya que a quien se le está zarandeando de un lado para otro es a la gente que se le pretende cambiar el discurso de hoy para mañana.

Y desde Obama, al cual se le está encaneciendo el pelo a marchas forzadas, sometido a las decisiones del Pentágono y de los grandes mercachifles planetarios sin tener capacidad de Gobierno ante la gran amenaza del mundo que es el islam radical, que no se anda con chiquitas a la hora de ejecutar y cortar cabezas a quien le dé la gana con tal de demostrar al mundo occidental su poderío y sus mañas sanguinarias.

Y la señora Lagarde propone, y no se cansa de hacerlo, bajada de salarios mientras ella se lo sube el 15 por ciento hasta llegar a rozar los 4oo.ooo euros anuales, que daba la sensación de que no rompía un plato, y ya ven, ahora también encartada por la justicia y, como todos, arrogándose su inocencia y que la subvenciones millonarias que le asignó a un magnate francés cuando era ministra de Hacienda en el gobierno de Sarkozy no va a ningún sitio, es pura minucia.

O sea, son ejemplos que nos ponen en pista de que aquellos que dicen que mandan, que tienen poder y que se ensanchan el tórax haciéndonos ver que la democracia, sus normas y preceptos para ellos es pan comido y que están en su lógica, la realidad es que su poder permanece escondido, azorrado, dejando caer el retumbo de su establecida incapacidad política, muy alejada de la adecuada solución a los problemas.