Cita Juan Manuel García Ramos a algunos políticos significativos dentro de CC que, a su entender, no son auténticos nacionalistas. No vamos a añadir nada nuevo a lo expresado en nuestros editoriales y comentarios desde hace años. Simplemente le recordamos al líder del PNC las diferencias sustanciales de este partido con el PNV de Euskadi. A la hora de establecer los planteamientos políticos que les convienen a estas Islas en general y no a los intereses de unos pocos en particular, no hay punto de comparación. Eso sí, dejamos a un lado a CiU por los comportamientos nada edificantes de sus anteriores líderes.

Ser nacionalista significa amar a nuestra tierra por encima de todas las cosas. Quererla y luchar por ella -siempre pacíficamente- más allá de cualquier interés personal o partidista. No es suficiente con tener todos los problemas de Canarias en la cabeza. También hay que resolverlos porque la amplitud de visión de un gobernante, por muy lejos que llegue, no les quita el hambre a los pobres, ni les proporciona trabajo a quienes no lo tienen, ni resuelve la situación sanitaria de decenas de miles de canarios que están en listas de espera para recibir asistencia hospitalaria. Los problemas los conocen todos los canarios porque los padecen a diario. Lo que quieren los isleños, insistimos, son soluciones.

Estamos cansados de juegos florales. ¿Hemos sido demasiado ilusos cuando hace algo más de un mes invitamos a utilizar el descanso estival para reflexionar ante los grandes, y graves, desafíos que tenemos por delante? Tal vez sí. Sin embargo, siempre es mejor pecar de ingenuos y abrazar la esperanza que caer en un pesimismo paralizante. No somos pesimistas. No queremos describir siempre con nuestras modestas -a veces torpes, pero siempre sinceras- palabras el peor de los escenarios. Creemos en Canarias porque confiamos en la capacidad de los canarios, fehacientemente demostrada a lo largo de la historia de nuestro Archipiélago, para superar dificultades que parecían insalvables. Tanto en su tierra como lejos de ella los canarios han dado siempre lo mejor de sí mismos hasta el punto de conseguir la admiración de los naturales de aquellos países a los que han debido emigrar.

Son estas razones más que suficientes para deducir que no nos comportamos de una forma excesivamente idealista al pensar que nuestros problemas tienen solución. Asunto distinto es si los actuales regidores son capaces de solucionarlos. Por eso decimos que nos aburren los caracoleos de la política. Ya no creemos en corcoveos inútiles porque son tan inofensivos como los ladridos de los perros ladradores pero poco mordedores. No nos sirven figuras caducas. Queremos gente nueva con el denominador común de la preparación y la eficacia. Nueva no significa necesariamente joven; valen personas de cualquier edad dispuestas a trabajar más por la gente, aunque suelen ser los jóvenes quienes abordan con más ímpetu las tareas que ellos mismos se imponen.

Defendía ayer el presidente del Cabildo de Tenerife, Carlos Alonso, la dinámica positiva de Fernando Clavijo para que CC genere ilusión en las próximas elecciones autonómicas, pues su forma de trabajar genera empatías y favorece crear equipos. No lo negamos aunque, como decíamos hace unos días, no vamos a tomar partido por un candidato u otro. Nuestra apuesta es la acción porque estamos convencidos de que no es el momento para el desaliento. No podemos permitirnos el lujo de desanimarnos. Agosto, septiembre, octubre o julio y junio: ¿por qué ha de ser un mes del año mejor o peor que otro? Cada día trae su afán. Lo inaceptable es que siga pasando el tiempo y continuemos igual que siempre. Adelantábamos en nuestra edición de ayer que Canarias, junto con Valencia, Murcia y Baleares, está en el grupo de las comunidades autónomas con peores servicios sanitarios según el XI Informe de la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública. El estudio realizado al respecto tiene en cuenta las listas de espera, el gasto sanitario per cápita, el número de camas y profesionales, el gasto farmacéutico o la valoración de los ciudadanos. ¿Alguna vez llegaremos a figurar a la cabeza del Estado español por algo digno de elogio? Como decimos, apostamos por no perder la esperanza.

Por eso preferimos agarrarnos a las buenas noticias, como lo es que el Cabildo de Tenerife y el Gobierno de Canarias hayan suscrito la declaración de impacto ambiental para construir, por fin, el Centro del Motor de Tenerife. Con este requisito se concluye el proceso administrativo de obligado cumplimiento antes de la licitación de las obras. Espera Carlos Alonso que en el consejo de gobierno que celebrará la Corporación insular el próximo lunes se proceda a dicha licitación. A ver si es verdad porque, ¿cuánto tiempo lleva Tenerife pendiente de este proyecto? Un circuito cuya inversión estará a cargo, mayoritariamente, del sector privado -el Cabildo aporta los terrenos- y que será de suma importancia para toda la Isla aunque esté ubicado en el Sur. Pese a que todavía hay que buscar a los inversores, nos satisface saber que han desaparecido las trabas administrativas que han paralizado este proyecto desde hace demasiado tiempo.

Y de lo nuevo a lo de siempre. Insiste el Gobierno de Canarias en la consulta sobre las prospecciones petrolíferas. Quiere el Ejecutivo regional que la consulta se celebre cuanto antes para saber si los ciudadanos de las Islas son partidarios del petróleo o, por el contrario, se oponen incluso a que se indague su existencia. Paralelamente, el PP quiere declarar insumiso a Paulino Rivero por no acatar los dictámenes judiciales favorables a las prospecciones. Una clara muestra de esos juegos florales, o fuegos de artificio, que citábamos unas líneas atrás. Qué pena. ¿Es que alguien piensa a estas alturas que a uno solo de esos más de 350.000 desempleados que hay en Canarias le quitan el sueño las prospecciones petrolíferas? Dejamos aquí este asunto, al menos por hoy, porque hemos dicho en varias ocasiones lo que pensamos sobre la posible existencia de esos recursos. Cuando menos nos tranquiliza que el comisionado para el Desarrollo del Autogobierno y las Reformas Institucionales, Fernando Ríos, descarte un boicot del Ejecutivo regional a determinada entidad bancaria, accionista mayoritaria de Repsol, como había solicitado IU. Hasta ahí podíamos llegar en la ristra de disparates.

También es una buena noticia que el Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales haya desestimado el recurso que la Federación Canaria de Surf interpuso para que se suspendiera la licitación por la vía de urgencia de la obra del dique semisumergido de San Andrés. Una obra imprescindible para evitar las inundaciones periódicas que sufren los vecinos. Ya está bien del no a todo y de obstaculizar sistemáticamente cualquier actuación encaminada a mejorar las condiciones de vida de los tinerfeños. Ahora se habla de los beneficios económicos que supondrá para la Isla concluir el anillo de autopistas. ¿Por qué no se repercute sobre los que se han opuesto a esta obra el lucro cesante que se ha producido a lo largo de estos años? Ha llegado la hora de que quien se oponga sin razón pague. Ecologistas lo somos todos pero el progreso, bien planificado, no tiene por qué ir en contra de un desarrollo sensato y sostenible.

No queremos concluir este editorial sin expresar nuestra preocupación por determinados actos violentos que parecen repuntar en Tenerife y en toda Canarias. Los índices de delincuencia de las Islas no son alarmantes, afortunadamente, pero no podemos olvidar que la seguridad en nuestras calles es uno de los alicientes que atraen a los millones de turistas que nos visitan.