El cronista reconoce la influencia que siempre ha tenido sobre él Agatha Christie por la voraz afición de leer sus novelas. Y otras circunstancias muy especiales: haberla conocido en Wallingford, donde nació, allá por 1890 y en donde tuve oportunidad de hacerle una larga entrevista para la radio. En 1976, fecha de su muerte, en Torquay, asistí a sus funerales en un entierro multitudinario en donde tuve la ocasión de departir con otros autores del género negro que fueron a darle el último adiós a la gran escritora. Recuerdo a Simenón, Stanley Gadner, Vazquez Montalbán, Ironside y el inspector gomero Chinea, creado por mi amigo José H. Chela.

Mi afición por este género justifica el título de mi crónica de hoy, Cinco cerditos, extraído por Agatha de la famosa canción infantil inglesa "The Little Piggy" (El pequeño cerdito). Bien es verdad que el argumento se distancia de mi crónica de este domingo. Pero se basa también en una reunión con víctima, afortunadamente en la de aquí, no mortal.

Bueno, el caso (al puro estilo de Pepe Monagas) es que me acerco al hotel Mencey y me llamó la atención un individuo rechoncho, calvo y con bigote, que se escondía detrás de una palmera del patio central. Y minutos después se agazapaba sigilosamente tras una columna inmediata al salón Guezala en donde, como rezaba en el directorio de recepción, se celebraba un encuentro-debate entre miembros de PSOE canario.

Picado por la curiosidad me acerco y, ¡oh sorpresa!, me encuentro con el mismísimo Poirot, Henry Poirot, el detective preferido de Agatha Christie.

-Monsieur Poirot, ¿otra vez en Tenerife?

-¡Chitsss, silencio!... ¿Tengo el honor de conocerle, monsieur...?

-Si, sí, ¿recuerda en el Puerto de la Cruz, en 1927, cuando vino de vacaciones con su jefa?

-¡Oh la lá, yes, sí... bonitos remembers! Oh, yes, you is Mr. "Pardelás"

(Hay que decir que Poirot es un extraordinario políglota, como se nota en este breve diálogo).

-¿Y qué hace en Tenerife y en este hotel?

-(Se acerca al oído). "Mission secret de Alfons War y Peter Sánchez".

-¿Y le han enviado a usted, para qué?

-Dossier. Candidatos socialistas a próximas elecciones. Iba a venir 007, James Bond, pero por el asunto de Escocia, -es independentista- quedó out.

-¿Y aquí pasa algo?, pregunto.

-Puede pasar. Piense, piense... oficialistas, discrepantes, tres woman´s and one only man. (Traduzco, tres mujeres y un solo hombre).

-¿...Y? -pregunto intrigado.

-Igualité, mon ami. Non igualité femmes et hommes.

-No entiendo señor Poirot.

-Espere my dear journalist (mi querido periodista, me dice), espere. Good bye, bye... (y se marcha corriendo).

-Espero ¿a qué?, le grito.

-Al 19 de october, exclama en alto. (Y en se momento le oigo saludar : ¡Oh, Mr. Smoking! (Era Manuel Fumero).

Pues esperemos.