1.- A la gente de medio pelo y al mago progresista le ha dado ahora por simplificar el tradicional y elegante "buenos días", por el sudamericanizado singular "buen día", que a mí es una expresión que me aterra y me da de patadas en la barriga. Se trata de uno de esos modismos idiomáticos que acaban siendo aceptados por el común, pero que parten de la capa más basta de la sociedad. "Buen día", me dijo ayer la cajera de Hiperdino y se me viró el buche de lo mal que sonaba. "Que pase usted unos buenos días", le respondí, amablemente, y me mandé a mudar, antes de que me singularizara la jornada de nuevo. Ahora sale un nuevo diccionario de la Academia, que espero como agua de mayo, porque diccionario que aparece, diccionario que compro. Yo me crié con el "María Moliner" como libro de cabecera. Y en cada lugar que frecuento tengo los dos tomos, que consulto constantemente. Pero el DRAE es más manejable y está también más actualizado, claro. La gente ignorante suele hacerse la fina. No hay nada peor que un mago fino, que habla bajito, pero que le da las mismas patadas al diccionario que si gritara.

Digo en mi libro "Todos los magos son del Barça", que presento el día 20 en el Real Casino de los Caballeros -la entrada es libre- que el mago habla alto porque cree que el extranjero lo entiende mejor así. Y pega unos bocinazos terribles que asustan al visitante. El mago, como dijo un ilustre tacorontero, es un animal con ropa de gente y no ladra porque no se lo ha propuesto. Ya será menos, pero se le acerca. El mago, muy pronto, adoptará el "buen día", de esto estoy seguro, porque capta en un plis/plas todo lo malo. Y esta expresión lo es, definitivamente.

3.- Les decía del nuevo diccionario de la Academia que ardo en deseos de tenerlo en la mano porque ha adoptado no sé cuántas voces nuevas, supongo que tuitero y esas cosas que me señala en rojo el ordenata y que ahora ya se pueden decir, gracias a la frecuencia de su uso. La Academia quiere un español vivo, sobre todo adoptando voces que en Latinoamérica son y que aquí no eran, pero me da que lo han hecho demasiado vivo, que han ido muy lejos; y tampoco es cosa. Lo de "buen día" no hace falta que sea adoptado, porque "buen" está y "día" también, así que esta batalla la voy a perder inmediatamente. Qué se le va a hacer, estoy acostumbrado.

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