Me ha impresionado esta historia. Francisco Nicolás Gómez, un joven de 20 años, llevaba una doble vida en Madrid. En apariencia, cursaba la carrera de Económicas en una Universidad de Madrid, con las mismas aficiones que cualquier otro chico de su edad.

Pero el tal Nicolás era un pájaro de altos vuelos que había iniciado una veloz carrera delictiva, que le llevó a colarse en los círculos más restringidos del poder político y económico. Desde los actos de coronación de Felipe VI, a reuniones con empresarios del Ibex-35, pasando por desayunos informativos, actos con dirigentes de diferentes partidos y charlas informales en el palco del Santiago Bernabéu. Ningún control de seguridad se le resistía. De película.

La Policía puso fin al periplo de este vividor este martes, tras varias semanas de investigación. Se le acusa de estafar a decenas de personas a las que prometía suculentos negocios gracias a sus supuestos contactos en los escalafones más altos de la Administración, el Gobierno y hasta el CNI.

Ahí tienen el ejemplo. Muchos de nuestros jóvenes han crecido pensando en la buena vida, sin trabajar, en la cultura del pelotazo, en la corrupción y en el mamoneo. En el fondo no es nada raro que aparezcan elementos así, es un reflejo de lo que hemos sido y de lo que somos.

@sdnegrin