En quince millones de euros, tras un primer balance, estima el alcalde de Santa Cruz los daños causados por el temporal del domingo. José Manuel Bermúdez ha dispuesto que se hagan informes técnicos y jurídicos para conocer el alcance de esta nueva catástrofe y, consiguientemente, declarar las obras de emergencia en las zonas más afectadas. Peor aun ha sido que esta tormenta se haya llevado la vida de una persona. Lamenta también el alcalde que las previsiones de la Agencia Estatal de Meteorología no hayan advertido en ningún momento de la intensidad de la lluvia que cayó el domingo, ya que se duplicó la cantidad prevista.

Bermúdez en la importancia de los medios de predicción. En Canarias sigue funcionando un único radar meteorológico -ubicado en Las Palmas, como siempre-, pese a que se trata de un medio importante para localizar las precipitaciones, calcular sus trayectorias y predecir su intensidad. Estamos en tiempos de recortes, pero, ¿cuánto cuesta reparar luego los daños que ocasiona una catástrofe natural? Las lluvias torrenciales siempre producen destrozos y a veces causan víctimas. Eso es inevitable. Pero los daños son mayores cuando no se han previsto. Lo apuntaba hace unos días Basilio Valladares, director del Instituto de Enfermedades Tropicales, en relación con las amplias y costosas medidas adoptadas para evitar una epidemia de ébola en España. ¿Cuánto de ese dinero que hay que gastar ahora a toda prisa y sin planificación nos hubiésemos ahorrado de haber invertido más en investigación y prevención, con el beneficio añadido de salvar miles de vidas?

No creemos que le vayan a hacer demasiado caso al alcalde de Santa Cruz en esa petición suya al Gobierno central de que adopte las medidas necesarias para que en Santa Cruz se acierte de una manera más fiable en las previsiones meteorológicas. Por otra parte, nos ha sorprendido una queja de la Policía Local de Santa Cruz. Aseguran los representantes sindicales de este cuerpo que se vieron desbordados por falta de personal y vehículos adecuados. De esto, si realmente ha sido así, no cabe echarle la culpa al Gobierno de España.

Sea como fuese, las inundaciones del domingo han sido un duro golpe para una ciudad que no termina de salir de la crisis a pesar de que empiezan a atisbarse signos de recuperación. Insistimos en ello no para infundir falsas esperanzas sino porque estamos convencidos de que realmente es así.

La otra noticia de este lluvioso y tormentoso domingo en Tenerife fue la designación de Patricia Hernández como candidata del PSOE regional a la presidencia del Gobierno autónomo. Siempre hemos apostado por la renovación en política -los dirigentes actuales han demostrado sobradamente su incapacidad para resolver nuestros problemas- y no vamos a hacer una excepción en este caso, pero tenemos un punto de duda acerca de la idoneidad de la candidata. Titubeos que sufren también algunos destacados miembros del PSOE. Poco podemos añadir, en cualquier caso, a un proceso de selección realizado democráticamente en el seno de un partido. Resulta evidente que son más los que han optado por Patricia Hernández que por Carolina Darias o Gustavo Matos. Pensamos que, en principio, ninguno de los tres postulantes era mejor ni peor que los otros dos. Lo único realmente positivo es que ya conocemos a dos de los tres candidatos más significativos en las elecciones autonómicas de 2015. Falta por descartar la, de momento, incógnita del PP, pues suponemos que Román Rodríguez encabezará la lista de Nueva Canarias. Esto sin contar con la posible aparición de otras formaciones políticas, actualmente en la mente de todos porque vienen pisando fuerte.

Cambiamos de tema. Es una buena noticia el aumento de autónomos en Canarias durante los meses que llevamos de este año. A finales de septiembre había en las Islas un total de 109.996 trabajadores autónomos; 2.261 más que en enero. Nos alegramos porque gran parte de la economía durante los largos años de crisis que llevamos a cuestas se ha sustentado en estos empleados por cuenta propia. El registro de autónomo se ha convertido en una especie de gueto para muchos que han perdido su empleo al no poder mantener las empresas el cien por cien de sus plantillas. Si a esto añadimos las condiciones leoninas que deben soportar los autónomos -sin derecho a vacaciones, sin prestaciones cuando caen enfermos, sin subsidios por desempleo ya que las condiciones para acceder a estas ayudas son demasiado restrictivas y muchas veces haciendo frente con sus propios recursos a las demoras de la Administración para pagarles los servicios contratados-, podemos decir que estamos ante unos auténticos héroes. Muchos de ellos han tenido que tirar la toalla. Por eso insistimos en que es una buena noticia su aumento en número.

Un mérito añadido si tenemos en cuenta que Canarias es una de las comunidades autónomas en las cuales los profesionales con cualificación superior encuentran menos oportunidades laborales. Mientras que en España la media de empleo de los titulados superiores es del 85,5%, en Canarias solo el 79% posee colocación. Un triste mérito que compartimos con Andalucía y Castilla-La Mancha. La situación es todavía más complicada en el caso de las mujeres. Esto confirma, una vez más, que la emigración es la única salida para muchos de nuestros jóvenes. Es decir, unas Islas que arrastran el serio inconveniente de la falta de formación entre muchísimos de sus 350.000 desempleados, están condenadas a incrementar su empobrecimiento intelectual por falta de oportunidades para quienes han estudiado. Ya no sabemos si esto es para llorar o para reírnos amargamente.

No obstante, como cualquier político ha de mantener su discurso, Paulino Rivero volvió a defender ayer que cuanto mejor es la formación, mayores son las posibilidades de empleo. Lo acabamos de ver. Es cierto que el paro afecta bastante más a quienes carecen de preparación para el mundo laboral, pero no lo es menos que Canarias sigue sin ofrecer alternativas a quienes han estudiado y se han especializado. Son los empresarios quienes deben emprender las acciones necesarias para generar puestos de trabajo. Sin embargo, poco van a invertir esos empresarios si los políticos no les facilitan la tarea.

Tras visitar el Centro Integrado de Formación Profesional de Las Indias, en Santa Cruz, el presidente del Gobierno autonómico ha destacado la combinación de aprendizaje y prácticas, pues proporciona a los alumnos una mayor oportunidad de encontrar trabajo. No dudamos de que eso sea así, pero queremos verlo, señor presidente. Los discursos que se quedan en las buenas intenciones cada vez son menos creíbles.

Un último tema antes de concluir. El presidente de Repsol, Antonio Brufau, se reunió el pasado viernes con empresarios de Tenerife para exponerles las condiciones del proyecto de sondeos que va a realizar esta compañía en aguas próximas a Canarias, previsiblemente a finales de este año. Como cabía esperar, Brufau reiteró que las garantías para la conservación del medio ambiente son máximas. No sabemos si esta reunión privada tenía algo que ver, por su coincidencia en el tiempo, con un antídoto para las manifestaciones contrarias a los sondeos que se produjeron al día siguiente en todas las Islas. Insistimos en lo mal que se ha gestionado este asunto por ambas partes desde un primer momento. Las explicaciones de Repsol, que las tiene y son dignas de escuchar, debía haberlas dado el presidente de esta empresa desde un primer momento, no solo a un selecto grupo de empresarios sino a toda la población. La publicidad en los medios es muy de agradecer en estos tiempos de crisis, pero no es suficiente.