Insistíamos ayer en que el desempleo es el principal problema que tenemos en Canarias. Aún estaba fresca la tinta con la que imprimimos esta reflexión cuando hemos conocido unos datos de la Encuesta de Población Activa nada halagüeños para estas Islas. Las listas de demandantes de empleo en el Archipiélago han aumentado en 5.400 personas durante el tercer trimestre de este año. Un aumento del 1,52 por ciento que sitúa en 362.300 el número de parados de esta comunidad autónoma. Esta cifra supone un 33,36% de la población activa; diez puntos más que la media española.

No nos valen los datos parciales, como lo es que Canarias haya registrado en el tercer trimestre de este año 21.200 parados menos que en el mismo periodo de 2013. Ya sabemos que la situación no está empeorando. Poco a poco estamos saliendo de la crisis. Lo grave es que a este ritmo no cabe la menor esperanza de solucionar a corto plazo un problema que no admite más demora, como lo es la situación angustiosa de miles y miles de hogares isleños en los que no entra ni un euro porque ninguno de sus miembros tiene trabajo. Al incremento de personas demandantes de empleo hay que añadir un significativo descenso del número de ocupados. Según la EPA, actualmente trabajan en las Islas 723.900 personas.

Los datos de la Encuesta de Población Activa son mejores en el conjunto del Estado, con 195.200 personas menos entre las demandantes de empleo. No obstante, España sigue teniendo 5.427.700 parados. Una cifra aterradora pues supone el 23,67 por ciento de la población activa. Diga lo que diga el Gobierno de Mariano Rajoy sobre los elogios que está recibiendo España de sus socios europeos, estas cifras continúan siendo impresentables más allá de nuestras fronteras.

Reiteramos que el problema del desempleo en España, y mucho más en Canarias, hace tiempo que se le ha escapado de las manos a los políticos. Ni Paulino Rivero al frente del Ejecutivo canario, ni Rajoy como presidente del Gobierno de España son capaces de remediar esta situación por sí mismos. Urge un pacto entre todas las fuerzas políticas. Hay que escuchar a las nuevas voces que vienen pisando fuerte. No es el momento de enfrentamientos absurdos sino de sentarse a negociar. Le urge a este país, y mucho más a una comunidad autónoma en una situación tan angustiosa como lo está Canarias, establecer políticas de consenso como las que llevaron en su día a los Pactos de la Moncloa. Políticos, empresarios y sindicatos deben aproximar posturas cuanto antes para salvar a las empresas que todavía están en condiciones de sobrevivir. Mañana puede que sea tarde.

No podemos hablar de un crecimiento sólido del empleo mientras sigamos con estos altibajos. Frente a las estadísticas de los grandes números nos quedamos con lo que vemos cuando salimos a la calle. Y de momento casi no vemos otra cosa que tiendas cerradas y locales con el ya odioso cartel de "se alquila" o "se vende". ¿Qué ha sido de nuestro otrora pujante comercio local?

Nos causa náuseas la visión de los parlamentarios autonómicos entregados a sus juegos florales de aprobar estas y otras leyes que, en definitiva, únicamente son las que les permiten aprobar los gobernantes de Madrid para que se sientan importantes pero no las que realmente necesita Canarias para salir de la crisis. Nos da pena ver a todo un partido como el PSOE, con la importancia que tiene para este país, entregado en las Islas a batallas internas surgidas al alimón de las malquerencias entre estos y aquellos y del afán de poder. ¿Cuántos de los actuales miembros del Parlamento de Canarias, cualquiera que sea su color político, quieren renovar su escaño para mantener su sueldo y dietas en vez de estar pensando en dar lo mejor de sí mismos para aliviar la angustia de miles y miles de sus compatriotas? ¿Cuántos políticos que hoy no forman parte de la Cámara regional aspiran a ser elegidos con el mismo fin?

Unas líneas antes de acabar para el nuevamente polémico asunto de las predicciones meteorológicas. Nos alegra que el Cabildo de Tenerife esté dispuesto a ceder un solar para instalar un radar en esta Isla. Dijimos el otro día que este es un elemento importante para la alerta temprana ante fuertes lluvias. Esperemos que los tinerfeños no deban soportar varias inundaciones más sin aviso para tener algo que funciona en Las Palmas desde hace años.