Informábamos en nuestra edición de ayer de que los barrancos de San Andrés siguen obstruidos tras la riada del 19 de octubre. El barranquillo de La Florida está lleno de piedras en su parte alta y en la baja tiene todo tipo de ramas. La desembocadura, a la altura del castillo, está despejada pero el estado en que ha quedado es lamentable. También ayer pudimos ver a varios turistas asomarse para contemplar los destrozos. ¿Es posible que haya quedado en esas condiciones una obra realizada no hace tanto tiempo? La parte de la playa próxima a la cofradía de pescadores ha perdido la arena que arrastró la barranquera. Un panorama poco gratificante para los usuarios, tanto los locales como los foráneos.

¿A quién debemos pedirle responsabilidades porque no se planifique bien y luego, llegado el momento de construir lo proyectado, las obras no se hagan con ciertas garantías? Si algo de esto ocurre en la empresa privada, se exigen responsabilidades y hasta hay despidos. Parece, en cambio, que todo se tolera en la empresa pública. Por lo demás, una zona del aparcamiento de la playa de Las Teresitas sigue anegada de barro.

Volvernos a preguntarnos si es sensato mantener en esta situación una de las principales zonas de esparcimiento de la capital. Seguimos sin entender cómo es posible que haya naufragado, nunca mejor dicho, un proyecto redactado por uno de los más afamados arquitectos del mundo. Porque salvando unos procesos judiciales, que han de continuar su curso hasta que los tribunales dicten las correspondientes sentencias, no podemos obviar que esa playa no puede seguir sin unas condiciones mínimas. No hay servicios, los aparcamientos cada vez están más deteriorados -es suficiente con una lluvia un poco más intensa de lo normal para que se formen grandes charcos-, no hay comodidades, no hay establecimientos de restauración de cierta calidad -seguimos con los mismos chiringuitos de siempre- y no hay aceras que inviten a pasear, como ocurre en otras playas. Por si fuera poco, los accesos desde San Andrés por la carretera que bordea el tan polémico Mamotreto son auténticamente tercermundistas. Qué tristeza nos causa la visión de todo esto.

En estas condiciones nada tiene de extraño que nos encontremos con noticias como la que adelantábamos ayer en nuestra edición digital: el número de cruceristas ha aumentado un 49% en el puerto de Las Palmas durante los primeros meses de este año, hasta un total de 633.351 viajeros, pero sólo 4,3% en el de Santa Cruz de Tenerife, con 488.426 pasajeros. Hasta en las cifras totales seguimos al rebufo de Las Palmas. Como en casi todo. ¿Qué hacen nuestros políticos para revertir la situación?

Ya que hablamos del adecentamiento de nuestras ciudades, una vez más nos ocupamos del problema de los grafitis. Las ruinas de la iglesia de San Agustín, en la calle lagunera del mismo nombre, así como varios comercios de estas vías han aparecido pintarrajeadas días atrás, con gran indignación de vecinos y comerciantes. No es la primera vez que ocurre esto en zonas del casco histórico de La Laguna, que, además, goza del privilegio de ser Patrimonio de la Humanidad. ¿Hasta cuándo vamos a seguir así? Este no es un problema exclusivo de La Laguna, ni siquiera de Tenerife, sino de todo el país. Una plaga a la que se han enfrentado con éxito otras naciones europeas. Nuestros vecinos comunitarios han legislado sanciones muy duras para estos "artistas" empeñados en convertir cualquier pared, incluso si es la de un edificio histórico o monumental, en lienzo para dar rienda suelta a su creatividad. Nada tenemos en contra de esas manifestaciones pictóricas. Algunas poseen cierto valor artístico pero otras, o son decadentes, o se trata simplemente de gamberradas. Pese a ello, que cada cual dé rienda suelta a su creatividad, eso sí siempre que lo haga en los lugares adecuados, que los hay. Y no estamos pensando en los extrarradios, que también han de estar adecentados.

Para acabar, unas líneas relativas a Podemos. Como se esperaba, la última encuesta del CIS sitúa a este partido en tercer lugar por intención de voto y en primero por voto directo. ¿Van a tomar nota los dos grandes partidos estatistas, PP y PSOE? No lo sabemos, pero les aconsejamos que se den prisa en reaccionar antes de que sea tarde, aunque por desgracia para ellos quizás ya sea demasiado tarde.