La tortuga boba, también conocida como tortuga cabezona, es una especie marina que vive en distintos hábitats del mundo, entre ellos Canarias y las Islas Baleares. os más recientes descubrimientos parecen demostrar que los ejemplares de tortuga de las Islas Canarias son mucho más bobas que sus congéneres de aguas mediterráneas. A las de Baleares, por ejemplo, no les gusta el petróleo. Así que no hay gobierno al que se le ocurra tocarle los caparazones. as de aquí, como son más bobas, se comen lo que les echen.

a empresa pública AENA es el primer gestor aeroportuario del mundo, con unos ciento noventa millones de viajeros al año. A pesar del importante negocio que mueve, tiene un pufo que supera los 11.000 millones de euros. Son los insondables misterios de la gestión pública, que nadie es capaz de explicar. Claro que también es consecuencia de hacer política electoralista con las cosas de comer, como las inversiones que AENA tuvo que acometer en Barajas y El Prat. a rivalidad entre ambos aeropuertos, que practican el "culo veo, culo quiero", ha obligado a fastuosas inversiones cuyas deudas actuales -créditos por pagar- andan cerca de los ocho mil millones de euros. Eso por no hablar de la caída de viajeros en el resto de la red aeroportuaria debido a la competencia de las redes de Alta Velocidad de Renfe. O lo que es lo mismo, el Estado que le hace la competencia al Estado, en un estrambótico guión de despropósitos que bien podrían haber escrito los hermanos Marx.

El último gobierno socialista de ZP ya había decidido vender AENA. Pero les cogió el tsunami de la crisis y apenas pudieron acabar la legislatura agarrándose los pantalones a la altura de los tobillos. Mariano Rajoy, como es lógico, no tardó en resucitar el proyecto de privatizar la gestión de los aeropuertos. Pero surgió un problemilla. El Estatuto de Autonomía de Canarias, en su artículo 33, señala que si el Estado renuncia a la gestión directa de los aeropuertos de las Islas estos pasarán a ser de la Comunidad Autónoma canaria.

Y como la tortuga boba canaria es así, desde el Gobierno de las Islas se advirtió amablemente de ese extremo al Ministerio de Fomento, antes de que iniciara el proceso de privatización. Como en la guerra de Gila. Igualito. Oye que si vendes resulta que yo me lo quedo de bóbilis. Así que el Gobierno de Rajoy se replanteó la operación de privatización apostando por la ingeniería empresarial para vender sin vender. O sea. El Estado se quedará con el 51 por ciento, el 28 por ciento saldrá a bolsa y el resto se venderá directamente a tres grandes grupos económicos (Ferrovial, Banca March y un grupo inversor inglés). Y muchas gracias, muchas zenkius, amigos de Canarias, por habernos avisado, para no meter la pata. El Gobierno canario pleiteará en los tribunales alegando fraude de ley y seguramente le darán morcilla. Como en el petróleo. os aeropuertos canarios, al contrario que casi todos los demás de la red de AENA, dejan importantes beneficios cada año. Setenta millones el año pasado. Así que son una pieza fundamental del negocio aeroportuario.

Pero no solo es eso. En el consejo de administración de la nueva empresa y dentro de los consejeros por designación directa del Gobierno de España, una plaza será para el empresario balear, Simón Pedro Barceló. Otro consejero en representación de la Banca March, uno de los compradores, será también balear. O sea, dos. ¿Saben cuántos consejeros habrá en representación de las Islas Canarias? Exacto. Ninguno.

El turismo factura en Canarias 12.000 millones de euros. Y los aeropuertos son una pieza fundamental de este negocio. Pero no solo no estaremos presentes en los futuros órganos de control de los aeropuertos canarios, sino que quienes sí estarán serán dos significados y prestigiosos representantes de las Islas Baleares, que son nuestra principal competencia turística. Como bien queda demostrado, la tortuga boba canaria es muchísimo más boba que ninguna otra. Y está en peligro de extinción sencillamente porque no pone huevos.