El panorama electoral español es como es. Superconocido, complejo e imprevisible. Coincidencias impensables -salida a la libertad condicional de Bárcenas, discurso de Aznar en la última convención del PP, los "Podemos", en su origen y en sus efectos; los socialistas jugueteando como niños, con un primer juguete, etc. Quizá, a cada uno de ellos podríamos prestar atención más adelante. Queda como por andar hasta las elecciones generales, en las cuales marcará la línea del futuro de España.

Me fijaré, pues, en algunos hechos que están pasando más desapercibidos: el primero es que el Santo Padre, el Papa, al regresar de su último viaje a Filipinas, casi en el mismo avión, anunció su programación de desplazamientos próximos. Y no figura España. Si el Espíritu Santo está "con" y "en" la Iglesia, habría que atender esa voz. La ilusión de la Iglesia en España, y muy destacadamente quienes han preparado el quinto centenario de Santa Teresa de Ávila, era tenerle con ese motivo. Pienso, por mi parte, que precisamente el Descubrimiento de que el futuro del Evangelio esté en Asís, y el acto pastoral, con siete millones de asistentes. Y, sobre todo, conocer en directo, y más allá de lo previsto, la realidad humana de tantas gentes, necesitadas de pan y de amor, han podido -V, el extraordinario número de alfa-omega de 22 de enero 2015-, inclinar al Pontífice a insistir en esa línea pastoral.

Dicho lo anterior, traigo, el recuerdo, gratitud y oración, si es que la necesita, del fallecimiento de Antonio Lago Carballo, al que en una necrológica en Abc de 23-1-2015, firmada por José Luis García Delgado, titulada "Cultura, elegancia y discreción personificada", se destacan los rasgos de uno de los hombres españoles que espoleó en el posguerra una vida cultural intensa. Fueron los colegios mayores Cisneros y Guadalupe, de Madrid, un ejemplo para todos los que en España se pondrían en marcha tras la Ley de Ordenación Universitaria, de 1943. El Instituto de Estudios Políticos, el de Cultura Hispánica y la Universidad Menéndez Pelayo, de Santander, fueron los escenarios en los que volcó su saber jurídico y de ciencias político-económicas. También a una promoción de becarios del C.M. Cerbuna, de Zaragoza, para un viaje de estudios. Además, su porte ético, natural y cristiano. Le habrá llevado silenciosamente a Dios. "A este lado del paraíso", como titula un artículo de Fernando García de Gortázar, en unos momentos en que es urgente resaltar que "el cristianismo es un compromiso con la suerte del hombre en la tierra". Más que dogmas y privacidad de la fe.