Los amantes del cine y la literatura estamos de enhorabuena. Este año esperamos el estreno de la película Unamuno en Fuerteventura, dirigida por Manuel Menchón. ¿Qué nos espera en esta cinta? Según vienen manifestando los diferentes representantes de la película, nos encontraremos con una película con alma, con fondo: el retrato de Miguel de Unamuno en su exilio majorero. Un análisis de los por menores de lo que fue una experiencia que produjo una profunda transformación en el escritor bilbaíno. Recordemos que Unamuno ya había estado en Canarias en 1910, pero en aquella ocasión visitó las islas con motivo de los Juegos Florales de Las Palmas. Ahora viene a la isla de Fuerteventura como exiliado, ya no como una autoridad literaria, sino como un represaliado, un proscrito de la dictadura de Primo de Rivera. Esta nueva situación es el contexto de una experiencia personal muy profunda que se vio plasmada en el libro De Fuerteventura a París; y que he comentado en mi artículo "Don Quijote en Fuerteventura".

Además del fondo, esperamos un lenguaje visual alegórico que dé cuenta de este cambio personal. ¿Veremos a Unamuno, interpretado por el actor José Luis Gómez, leyendo alguno de los tres libros que se trajo a la isla de Fuerteventura: el Nuevo Testamento o la Divina Comedia o las Poesías de Leopardi; o leyendo Doña Perfecta de Benito Pérez Galdós en la biblioteca familiar de Ramón Castañeyra? ¿Lo veremos paseando por la Villa de Betancuria; o buscando metáforas junto al mar (de esta última circunstancia hay fotos interesantísimas, muy representativas de lo que esta experiencia pudo suponer para el escritor y filósofo vasco)? ¿Lo veremos escribiendo notas para aquel libro que prometió a la isla de Fuerteventura con el título Don Quijote en Fuerteventura, que, sin embargo, nunca escribió? No sabemos; habrá que preguntarle a Dionisio Pérez, guionista de la película. Esperemos que los periodistas, según se acerque la hora del estreno, nos vayan informando de toda clase de detalles.

Como digo, la cinta ha despertado gran expectación y estamos deseosos de verla, quizá en el cine Odeón, apenas a trescientos metros del hotel donde Unamuno estuvo hospedado en Puerto Cabras, en cuya azotea escribió el famoso soneto XV, que tantos comentarios tontos ha suscitado por la costumbre que tenía el escritor de tomar baños de sol desnudo; o en los cines Yelmo de El Castillo, junto al mar que tanto le interpelaba como he dicho anteriormente.

Así pues, una vez comentado sucintamente lo que nos puede deparar la película en sí, es el momento de felicitar a la productora malagueña Mediagrama, la tinerfeña MGC y la argentina Motoneta Cine, que han financiado y, por tanto, apostado por un cine inteligente, cultural y alejado de la realidad de las grandes producciones que últimamente han llegado a nuestras isla (hecho del que también nos alegramos, pues creo que puede contribuir a que se retome la producción cinematográfica en las islas). Recordemos que esta película tiene un presupuesto de unos 720.000 euros, muy alejados de los 100 millones de euros que costó Exodus, de Ridey Scott.

Lo cierto es que Miguel de Unamuno, desde París, prometió a sus anfitriones en la capital majorera su regreso a Fuerteventura. Esta película puede que sea producto de aquella promesa porque, efectivamente, Unamuno vuelve a la isla de Fuerteventura, esta vez, desde la gran pantalla. Sería todo un acierto que desde los institutos de Secundaria se organizaran salidas para que los estudiantes puedan ver esta película, además de ir acompañadas de charlas que contextualicen al alumnado la situación de Unamuno en nuestras islas. Además, sería muy buena ocasión para que el Museo Miguel de Unamuno de Puerto el Rosario sea más conocido por la sociedad canaria.