"Hace muchísimo tiempo, no había sol ni tierra, ni hombres, ni nada. Sólo existía Dios. Dios ha vivido siempre, siempre. Y como es muy sabio, muy sabio y puede más que todos los hombres juntos... creó el mundo". Así comenzaba "El Parvulito", el libro de la editorial Álvarez con el que me instruía en la escuela. También decía que Dios es nuestro padre y premia a los buenos y castiga a los malos.

La publicación en el BOE del nuevo currículo de Religión ha provocado indignación y un rosario de críticas. El texto ha sido tachado de "adoctrinador, catequizante y franquista" por asociaciones de padres, pedagogos y sindicatos. Una vuelta al pasado muy propia del ministro Wert.

No es la primera vez que hago pública mi posición respecto a la religión en la escuela. Es una cuestión de principios. No entiendo que la religión tenga que impartirse en los colegios públicos, por muy optativa que sea. Ese es desde mi punto de vista lo que debería centrar el debate. O dentro o fuera. No si es evaluable o no lo es, si se dan estos u otros contenidos. Quien quiera este tipo de educación que vaya a un colegio religioso. Así de claro.

Es una lástima que el debate educativo tenga que centrarse en polémicas como esta y no en lo realmente importante en la búsqueda de una educación de calidad.

Sin querer entrar en ningún debate -ya he dicho que el debate no es el contenido, sino el dentro o fuera- les dejo algunos objetivos a ser alcanzados por el alumno que recoge el BOE para que usted mismo opine:

1. "Expresa con palabras propias el asombro por lo que Dios hace".

2. "Enumera los cuidados que recibe como don de Dios".

3. "Memoriza y reproduce fórmulas sencillas de petición y agradecimiento". "Asocia las características de la familia de la Iglesia con las de su propia familia".

4. "Expresa (...) la gratitud a Dios por su amistad".

5. "Relaciona la unidad de la Iglesia con la unidad de los órganos de su cuerpo".

6. "Recopila y pone en común con sus compañeros oraciones que la comunidad cristiana utiliza cotidianamente".

7. "Toma conciencia y agradece los momentos de su historia en los que reconoce la fidelidad a Dios".

8. "Reconoce con asombro (...) el origen divino del cosmos y distingue que no proviene del caos o el azar". (Esto es el Parvulito tal cual).

9. "Comprende y respeta el significado bíblico de la afirmación ''hombre y mujer los creó''"

¿Choca o no choca de frente con muchas de las cosas que se estudian en ciencias, ética o filosofía...? ¿Se ajusta a los valores para la convivencia democrática que se deben cultivar en las escuelas? ¿Es catequizante o no el currículo?

Dicen los obispos que memorizar la tabla de multiplicar no es hacer matemáticas y, por lo tanto, aprender oraciones y ponerlas en común con los demás no es rezar. Con la iglesia hemos topado, amigo Sancho.

Tampoco sé cómo explicarán lo de la Santa Inquisición, pero va a ser un jaleo hacerlo. Pobres profes. Me da que va en dirección contraria a la línea que sigue el papa Francisco.

No se aprende más por lo que te enseñan; sino por lo que se descubre. Las convicciones espirituales "se descubren".

Menos mal que somos un estado aconfesional que si no... Se han pasado de frenada. Eso creo yo. ¿Y usted? Dice el BOE que "la felicidad depende de Dios".

Feliz domingo. Por si acaso.

adebernar@yahoo.es