La ITB (Internationale Tourismus-Börse Berlin) ha vuelto a poner de manifiesto que los políticos de la isla de enfrente van a lo suyo. Pero no solo eso. Además ha evidenciado que son capaces de aprovecharse del resto de las islas sin ningún rubor. Escondidos tras un falso discurso de independencia, no dudaron en montar su caseta al lado del pabellón de Canarias, para sacar partido del prestigio que acumula Canarias en su conjunto. Así se las gastan determinados líderes grancanarios. Ha hecho bien la Asociación Hotelera y Extrahotelera de Tenerife, La Palma, La Gomera y El Hierro (Ashotel) al advertir de la maniobra de Gran Canaria. Si realmente quieren acudir por libre a este tipo de ferias, que lo hagan, no hay ningún problema. Ahora bien, que después no sitúen sus mostradores al lado del de Canarias, sino que se coloquen en otro lugar. Quizás así se den cuenta de que solos valen más bien poco y que sus atractivos son escasos. Es una pena que, a estas alturas, todavía existan en Canarias responsables públicos que no hayan comprendido que esta tierra solo saldrá adelante unida -la unión hace la fuerza- y que los réditos que se pueden lograr de forma separada son efímeros. La estrategia seguida por el presidente del Cabildo de Gran Canaria, José Miguel Bravo de Laguna, y su equipo en esta materia, y en otras tantas, no ha sido acertada. Al parecer, tampoco para su partido, el PP, que ha decidido apartarlo y optar por otro candidato de cara a las elecciones de mayo.

Preocupa, no obstante, que el Partido Popular haya optado por Australia Navarro como candidata a la Presidencia del Gobierno de Canarias en los próximos comicios. Sin entrar a valorar su idoneidad para asumir este cargo, ya habrá tiempo para hacerlo, lo cierto es que son muchos, incluso dentro de su formación, los que alertan de su conocido insularismo a favor de la isla de enfrente. Mal asunto. Canarias, conviene insistir, precisa de unos dirigentes capaces de tener la suficiente amplitud de miras para saber que solo unidos esta tierra podrá alcanzar sus objetivos. Dicho esto, solo queda preguntarse por qué el presidente del PP y ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, ha optado por Australia Navarro y no por el secretario general de su partido en Canarias, el palmero Asier Antona, u otro candidato tinerfeño.

Tenerife se convirtió esta semana en la capital de la música en castellano gracias a la entrega de los Premios Dial. Una iniciativa que trasladó a la Isla a un buen número de artistas y que sirvió para que el nombre de Tenerife resonara en todo el planeta. Cantantes de la talla de Alejandro Sanz, David Bustamante, Melendi, Miguel Bosé, David Bisbal y Laura Pausini, por citar solo a algunos, pisaron el escenario ubicado en el Recinto Ferial de Santa Cruz de Tenerife, como se pudo observar a través de los medios de comunicación y las redes sociales. Un espectáculo que, vaya por Dios, solo tuvo un punto negro, protagonizado por una grancanaria -cateta y chauvinista-, que intentó provocar al público asistente con un inoportuno pío, pío. El afán de protagonismo y la ausencia de talento tiene estas cosas.