Ahora va en serio. Y no es que antes no lo fuera. Pero es que después de estos días de Semana Santa, una especie de tregua casi pactada por los partidos políticos, comienza lo más duro. Mes y medio de locura electoral profunda. Todo el pescado no está vendido aún. Y ellos lo saben.

Preparen sus orejas para escuchar de todo. Bajadas de impuestos, creación de puestos de trabajo, construcción de viviendas, obras en los barrios y así hasta el infinito y más allá. Vamos, lo propio de esta época. Por prometer, que no quede.

Cada partido maneja sus propias encuestas, y las del contrario. Están las verdaderas y las preparadas para filtrar a los medios. Los topos funcionan a pleno rendimiento. A estas alturas a todos les baila un concejal, un consejero o un diputado. De puertas afuera todos ganan o se mantienen. De puertas adentro cada cual sabe la penitencia que lleva dentro.

Llega el mes de la conquista. La del voto indeciso. Miles y miles de votos con patas que no saben a qué urna llegar. Muchos a las nuevas fuerzas políticas, otros a las garitas de siempre, ya saben, aquello de malo conocido que bueno por conocer también funciona. Lo dicho, mes y medio, esa es la buena noticia. Después llegaran los pactos, pero eso son otras historias, para no dormir.

@sdnegrin