Más que la gente presente, que era mucha, llamó la atención una ausencia. Fue en el acto de toma de posesión del nuevo presidente de la Radiotelevisión Canaria y su consejo de administración, ayer, en la Presidencia del Gobierno. Y estaba allí una nutrida representación de la vida política, civil y militar de las Islas. Quien no estuvo para entregar el testigo fue el anterior presidente de la RTVC, Guillermo García. Su ausencia llamó poderosamente la atención de algunos , para quien el director saliente tendría que haber acompañado al presidente Rivero en el traspaso de poderes. No fue así. Tal vez porque la sucesión en el ente público canario no ha estado exenta de tensiones. Paulino Rivero, en su intervención, estuvo muy correcto, pero muy flojo. Desvaído. Como si quisiera que el acto terminara pronto. Y la Presidencia también, ya de paso.