Hoy escribo este comentario para despedir una etapa interesante de mi vida, pues se ha celebrado la Junta General Extraordinaria de la Asociación Amigos de la Zarzuela de Tenerife, y por fin tenemos nuevo presidente, una persona joven y dinámica que viene cargada de ilusiones y nuevas ideas. Máximo Chávez Gil, promotor de la construcción y a punto de cumplir cincuenta años, tiene la experiencia que da la calle, el contacto con la gente, y es socio desde hace años. Ha presentado una junta directiva joven con la que confía poder torear estos momentos de gran crisis, y afrontar el gran reto que supone mantener el Festival de Zarzuela de Canarias. Propone dar un nuevo impulso, duplicar el número de asociados, conseguir una sede social para desarrollar otras actividades, y seguir apoyando la magnífica cantera de artistas de las Islas, de lo que estamos sobrados en nuestra tierra. Hay que apoyarle en este dificultoso cometido. Así pues, enhorabuena por el nombramiento y mis mejores deseos en la gestión.
Por mi parte, y pese al interés de quedarme a un lado, no ha habido otro remedio que seguir en uno de los cargos, pero mi intención es ser un simple asesor sin responsabilidades en la gestión. No puedo eludir el compromiso que adquirí hace veintitrés años, una etapa de dedicación y sacrificio que culminará con el actual Festival de los próximos días. La zarzuela es un género entrañable lleno de bellas melodías y de textos que plasman el costumbrismo español, esencial para entender la idiosincrasia de nuestro pueblo. Pero amén de lo que significa para la historia de este país, a estas alturas sería muy difícil vivir sin esta afición.
Pese a que no hubo una asistencia mayoritaria a la junta, éstos días he recibido mucho cariño de los socios, y me han otorgado el nombramiento de Socio de Honor, junto a mi inseparable compañero y amigo José Luis Mederos Aparicio, y al director artístico, Jorge Rubio, fundamentales para la existencia de la zarzuela en Tenerife.
Haciendo un repaso de esta andadura, debo recordar con nostalgia aquella primera junta directiva, y a sus componentes, hombres de gran honestidad que prestaron un gran servicio a la causa pero que, por desgracia, muchos de ellos ya no están con nosotros. Enrique Álvarez Morales, el doctor Alejandro Viota Hernández, José Ignacio Rodríguez Blanco, Bonifacio Vera Padilla, el tenor Luis Quirós... todos grandes personas y amigos entrañables, sin los que hubiera sido imposible tener en Tenerife este Festival de Zarzuela, igual que existe el de Música de Canarias o el de Ópera. Tampoco puedo obviar el apoyo de los distintos organismos, Gobierno de Canarias, Cabildo Insular y Ayuntamiento de Santa Cruz, a los que solo puedo dedicar palabras de agradecimiento. Y, por supuesto, a los funcionarios y responsables de las distintas entidades, especialmente a "mis niñas", que son como familiares directos que se han prodigado en atenciones.
En esta última etapa, un agradecimiento sincero con verdadero afecto para Clara Segura del ayuntamiento, Xerach Gutiérrez de la Dirección General de Cultura del Gobierno de Canarias y a Cristóbal de la Rosa en el Cabildo Insular, verdaderos puntales para el Festival que han creído en la Asociación y han apostado por la continuidad. Les deseo lo mejor en sus cargos, y espero que los caprichos de la política y sus avatares les permitan seguir en sus respectivos cargos.
Por último, tengo que agradecer a todos los medios de comunicación su atención personal, tanto las emisoras de radio como las cadenas de televisión y la prensa escrita me han acogido cuando lo he necesitado, y mención especial merece esta casa, el Grupo EL DÍA, que desde hace muchos años, en cada una de las aventuras sociales y culturales que he emprendido, se ha volcado conmigo y con las asociaciones que representaba.
Deseo al valiente Máximo toda la suerte del mundo, pues pocas personas he encontrado en mi vida con desinterés y emprendimiento. Me tiene a su disposición. Dejo atrás una completa hemeroteca a la que podrá recurrir para recrearse con una historia musical imprescindible para el buen desenvolvimiento de esta complicada labor.
Les invito a disfrutar el 22 y 23 de mayo, de "La del Manojo de Rosas" en el teatro Guimerá. Todos a verla.
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