De entrada ya les adelanto que voy a basar toda mi argumentación en las hemerotecas, que digo yo que para algo están, y a las que tenemos y debemos acudir en caso de duda fundada o colisión de pareceres. Antiguamente se decía que en caso de duda, la tetuda, y en el tema que va a centrar mi atención me van a permitir que trueque las tetudas por las benditas hemerotecas de mis amores y yo diría, sin temor a equivocarme, de mis entretelas.

En el año 67 del pasado siglo, nos disponíamos a grabar unos microsurcos o sencillos de vinilo con nuestro primer sello discográfico, que se llamaba Tan-Tan, siendo sus propietarios Paco Padrón, que luego se haría ufólogo (paz descanse), y su socio Norberto Yánez, con dibujos en las carátulas del amigo Galarza. A la vista de esto era más perentorio buscarle un nombre al grupo, siendo elegido el de Los Sabandeños, por consenso.

Sería más tarde y concretamente en el año 68 cuando tuvo lugar la presentación del conjunto en sociedad, en otras palabras, nuestro debut, evento que se celebró en el salón de actos del Ateneo lagunero y que estuvo a cargo del periodista y director del extinto periódico La Tarde Alfonso García-Ramos (paz descanse), asistiendo, entre otros, José Peraza de Ayala, Victoriano Ríos del Castillo y Luis Ramos Falcón, los que posteriormente fueron designados Sabandeños y Parranderos de Honor. Ese concreto año del 68 es el año fundacional de Los Sabandeños, y hablar de otro año de su fundación es faltar a la verdad, siendo ello no grave, sino gravísimo, y sobre todo faltar a la sacrosanta verdad de las hemerotecas, que nos han servido para resolver por todas el misterio de la Santísima Trinidad, no en cuanto a personas, sino el que atañe al año fundacional del grupo.

Desde finales de la década de los 50 hasta el 67, año en que el grupo toma el nombre de Los Sabandeños y por indumentaria la manta, el fajín rojo, pantalón negro y camisa blanca, y antes de las grabaciones con Tan-Tan, los veranos en la Punta nos reuníamos para tocar y cantar, y éramos conocidos por la parranda de la Punta, en la que, por cierto, no estaba ni se le esperaba SELFI-dio Alonso, y a la que acudía el timplista Luis Ramos, bastante mayor que todos nosotros (paz descanse), copropietario, junto a sus hermanos, de Almacenes Ramos, S.L., y a veces la Parranda también era conocida como la Parranda de don Luis Ramos y con él al frente nos íbamos a las Fiestas de San Pedro Apóstol, en Güímar, invitados por la Asociación Cultural Amigos del Arte, todos los años.

Repito que hay que ceñirse a la cronología de los hechos y de manera especial a las hemerotecas, que, si se me permite la expresión, se me antoja que tienen el papel insustituible de ser notarios vitalicios, que pueden ser consultadas por todo quisque, con la ventaja de que además son gratis, sin tener otro cometido que dar fe sobre determinados hechos y actos, y punto. Por eso, el lema que aparece en los documentos notariales, en su portada, y perdonen por el latinazgo, es "Nihil prius fide", que en canario bruto se traduce: "Nada más que fe".

Dice SELFI-dio Alonso que en el año 65 el grupo estaba "medio formado" (sic), basándose para ello en un documento, más que gráfico, yo diría que más bien fotográfico, que titulan "Una parranda sabandeña en las Fiestas de San Pedro de Güímar en 1965", y en dicha foto figuran diez personas, nueve que con el tiempo serían "sabandeños" y un décimo que era don Luis Ramos Falcón con su timple en sus manos. No es correcto lo de Parranda sabandeña, pues esta tardaría aún años en fundarse, concretamente en el año 68.

Es mi amigo Enrique Martín Braun, articulista y reputado crítico musical, el que escribió en la edición de este periódico de EL DÍA, el 29 de abril, que "Los Sabandeños nacieron de manera oficial en 1966". También yerras, amigo Enrique, pues no fue en ese año cuando nacieron, sino en 1968, en el acto solemne en el Ateneo de la ciudad de San Cristóbal de La Laguna, y que como muy bien sabes es Patrimonio de la Humanidad. Y yo me pregunto: ¿de dónde carajo saca Martín Braun que los creadores de Los Sabandeños son sólo dos personas, es decir, Elpidio y el Fetudo? ¿Y el resto pasábamos por allí o es que estábamos invitados? Oiga, que todo puede ocurrir. Continúa Braun diciendo que el grupo ha actuado en diversos continentes y se queda tan "pancho", y mi deber es recordarte que solo hay cinco en nuestro planeta. Que yo sepa, y pido perdón por si me equivoco, aparte de Europa, que casi ni menciono por su obviedad, solo han actuado en América, tanto en la del Sur como en Norteamérica, y yo pregunto: ¿cuándo lo han hecho en Asia, África y Oceanía? Aquí te "tranqué". Y termino contigo: Nos moriremos todos y a Los Sabandeños no se les concederá el Premio Princesa de Asturias, y me guardo para mí las razones.

El otro día me dijo mi buen amigo Julito Fajardo: "Mira, Juan, no le des más vueltas. El año en que nacieron Los Sabandeños es el año en que nació Elfidio, ni media hora antes ni media hora después". Tiene gracia el jodido.

Recuerdo en aquel acto fundacional, en 1968, en el Ateneo lagunero, que encima de la tarima-escenario estaban presentes con sus trajes típicos dos niñas, ya hoy señoras, y que eran Fátima Benítez de Lugo y Manrique de Lara, hija de nuestro alcalde lagunero Ángel Benítez de Lugo y Ascanio, y viuda de mi querido amigo y compañero en lides judiciales Federico González de Aledo y Buergo (paz descanse), y al otro lado Esperanza (Nena) Cruz-Auñón y Briones, hija de Rosario Briones Espinosa, viuda del notario sevillano-lagunero Juan Antonio Cruz-Auñón (también paz descanse).

No nace uno cuando quiere, sino cuando toca. De ahí la eterna disyuntiva: el sabandeño ¿nace o se hace? ¿Que quieren celebrar el medio siglo, 50 aniversario o bodas de oro? Pues, coño, celébrenlo, confiando en que así se te pasará la pataleta que gratuitamente nos achacas, cuando sabes perfectamente que es solo la tuya. Te conozco como si te hubiera parido.

Claro que siempre será mejor celebrarlo en este año, aunque no toque, en la Casa-Museo de Los Sabandeños, que no en el local de Servisa.

Que ustedes la soplen bien (me refiero a las velas) y a por los 75 años, y termino narrando un hecho surrealista: con el cartón natalicio entre sus manos, alguien oye el 68 y un grupo numerosísimo de personas canta al unísono y a coro "bingo", y es entonces cuando se acerca a la mesa de los cantadores doña Hemeroteca y sentencia: el Bingo es correcto.

Que con su tarta se lo coman.

*Fundador de Los Sabandeños