Con este vocablo, que bien puede proceder del italiano, se ha presentado en la Feria de Gastrocanarias, por la Bodega Comarcal de Valle de Güímar, un vino nuevo que pone otro hito en la producción de dicha bodega. Un vino color rosa fresa, que además se presenta en una botella tan bonita que da no se qué tirarla al contenedor de vidrio, una vez vaciada con el placer sensitivo de lo que se ha bebido.
Se trata de un vino elaborado con la tradicional uva canaria listán negro, a partir de la previa investigación por parte de ese enólogo, Domingo Donato, que quiere a la bodega como si fuera una hija. Ello en una entera colaboración de Moisés y el resto de personal. Todos ellos, en conjunto, hacen posible los éxitos obtenidos por esta bodega allá donde se han presentado a concursos y que son muchos.
Una cualidad enormemente atractiva de este vino es la de serlo con sólo con 5 grados de alcohol natural. O sea, que se bebe con placer sin comprometer la coordinación de la persona. Dícese en la nota que describe a este vino que “en boca es muy agradable (sabores dulces con una punta de acidez que le aporta frescura y nervio), con una chispa de carbónico que lo hace refrescante y perfecto para cualquier ocasión”. Y yo digo que doy fe, que es absolutamente cierto, en consecuencia a haber ingerido una botella en el almuerzo del día 19 en casa, en compañía de mi esposa y mi hija ¡Cosa rica y sana!
Una cosa que me parece importante es que con la elaboración de este vino se aprovecha gran cantidad de uva listán negro que se cultiva en la comarca; que ya no sería forzosamente necesario dedicarla a la producción de vino tinto en competencia desigual con los tintos del norte de la Isla y con el exceso de producción. Son estas cosas, hechas desde la iniciativa privada y/o asociativa, que engrandecen la marca de Tenerife, de Canarias, y que pone de manifiesto el alto grado de profesionalidad y compromiso de quienes las llevan a cabo.
Lo he hecho en ocasiones anteriores y otra vez he de manifestar mi felicitación al conjunto de la Bodega Comarcal de Valle de Güímar, trabajadores, técnicos y dirección, por su quehacer ejemplarizante. Es el gusto por el trabajo bien hecho lo que emana de ese colectivo. Cosa esta que debería ser más común en el devenir de nuestra sociedad y que, por desgracia, no se da con asiduidad.