Un domingo más me dirijo a ti desde este periódico EL DÍA, mi casa durante tantos años. Y lo hago para enviarles un mensaje ilusionante a todos los vecinos de Santa Cruz de Tenerife, a cada familia de los 84 barrios de nuestra Capital Atlántica que está cada vez más cerca del momento de su refundación, 521 años después de aquel día en que fue descubierta para el Mundo.

Aquel 3 de mayo de 1494 en que quedó plantada una cruz en las playa de Añazo, comenzaba la historia de esta Tierra generosa y única en la que tuve la inmensa suerte de ver por primera vez la luz, hace 45 años. Surcada por 20 barrancos y abrazada por casi 60 kilómetros de costa, se extiende Santa Cruz, "tallada de espuma y sal" como un día la describió el poeta Pedro García Cabrera.

Este domingo, 24 de mayo de 2015, más de cinco siglos después, Santa Cruz afronta un momento decisivo. Sus vecinos tenemos en nuestras manos la opción de emitir ese voto que puede hacer cambiar para siempre el rumbo de una ciudad que ha padecido cuatro años de parálisis, tal vez los peores de los 35 que llevamos en manos de los mismos de siempre. Porque hoy domingo decidimos si queremos seguir sumidos a ese régimen que nos empobrece cada día u optamos por abrir las ventanas y que entre el aire fresco de Anaga y del Atlántico a nuestra ciudad, hoy aletargada, dormida.

Seguro que recuerdas que un día como hoy, hace cuatro años, mi equipo y yo recibimos la confianza mayoritaria de los chicharreros y ganamos las elecciones en Santa Cruz. Sin embargo fuimos una de las más de 500 ciudades españolas donde a la candidatura más votada no la dejaron gobernar. ¿Lo hubiésemos hecho mejor? Seguro que con más corazón. Por eso les quiero recordar que es posible ese cambio que muchos anhelamos. Es posible, porque lo fue hace cuatro años.

En 2011, y pese a aquel vuelco en las urnas, inicié un periodo de cuatro años en la oposición que ha supuesto para mí una experiencia humana inolvidable, gratificante desde todo punto de vista, y que no puedo más que desear a cualquier político.

Y los protagonistas de esta etapa de mi vida han sido ustedes, los más de 206.000 vecinos de Santa Cruz, que me han abierto sus puertas en cada barrio de la ciudad. He podido ser la amiga y confidente que muchos de ustedes han necesitado en momentos muy duros para todos.

A todos quiero darles las gracias. Hoy esas familias son parte de la mía, que en este tiempo también ha crecido y cuenta con un miembro más, mi hijo Alonso, el motor de mi vida, a quien confío en poder ofrecerle una Santa Cruz mucho mejor.

A nuestros barrios y familias, a cada autónomo y pequeño empresario, a todos los vecinos de esta ciudad les pregunto: ¿Cuánto hace que no se ilusionan con algo?

Yo les invito a ilusionarse con Santa Cruz. Les invito a emprender la construcción de un futuro mejor desde la reconstrucción de la ciudad y salir a ejercer su derecho al voto con ilusión. Porque todavía hay esperanza y es posible cambiar las cosas.

Este domingo Santa Cruz nos necesita a todos. A todos los que quieren un futuro mejor para sus familias, sus empresas y comercios. A aquellos que quieren recuperar aquella Capital del Atlántico que un día fuimos y que ha resistido refugiada en ese orgullo chicharrero que late en nuestros corazones.

Les animo a salir a votar con ilusión. Esta vez estamos mucho más cerca de despertar de su letargo esa ciudad para vivir, sonreír e invertir en cada uno de nuestros 84 barrios, que mire con asombro y orgullo a esa joya natural que es el Macizo de Anaga, y que se reencuentre con su mar para el bienestar de todas las familias de la ciudad.

Espero encontrarme contigo hoy domingo por las calles, y de verdad deseo que me cuentes que has votado por recuperar la ilusión porque Vuelva Santa Cruz.

*Candidata a la Alcaldía

de Santa Cruz