Por el humo se sabe dónde está el fuego. Por eso hay que estar ojo avizor. Primero fueron algunos conatos insularistas del presidente del Cabildo de Gran Canaria y del alcalde de Las Palmas. Poca cosa. Ahora siguen algunos lamentos por lo mal que ha negociado el pacto regional el PSOE porque ha obtenido "poco poder". Algunos incluso lo consideran vergonzoso. Son voces que surgen básicamente desde Las Palmas, que ya empieza a construir un relato: los socialistas están en manos de la ATI y se han quedado sin fuerza en el Gobierno. La realidad es bien distinta. El PSOE va a estar otra vez en el Ejecutivo canario y ha obtenido un pacto sorprendentemente bueno. Las estrategias que empiezan ya el desgaste apuntan claramente en la dirección de quienes quieren marcarle el territorio al Gobierno antes de que empiece a trabajar. Un territorio, concretamente.